martes, 22 de octubre de 2019

Porque fracasan las relaciones, PARTE 3



Esta pérdida de si mismo en una relación es lo que provoca la mayor parte de la amargura en estas parejas.

Dos personas se unen para compartir su vida, esperando que el todo será más que la suma de las partes, y se encuentran con que es menos. Se sienten menos que cuando estaban solos. Menos capaces, menos hábiles, menos apasionantes, menos atractivos, menos alegres, menos contentos....

Y ello es así porque son menos. Han renunciado a la mayor parte de lo que son con el fin de tener- y conservar- la relación.

Las relaciones nunca han tenido por qué ser asi. Pero si es como las han experimentado la mayoria de las personas que te rodean.

¿Por que?

Porque la gente ha perdido el contacto (si es que alguna vez lo tuvo) con el propósito de las relaciones.

Cuando has dejado de ver a los otros como almas sagradas en un viaje sagrado, no puedes ver el propósito, la razón, el motivo que se oculta tras toda relación.

El alma ha venido al cuerpo, y el cuerpo ha venido a la vida, con el proposito de evolucionar. Están en evolución; están en devenir.

Esa es la tarea que hemos venido a realizar aquí. Esa es la alegría de crearse a si mismo. O de conocerse a si mismo. O de llegar a ser, conscientemente, lo que cada uno quiere ser. Eso es lo que significa ser consciente de si mismo.

Hemos traído nuestro Yo al mundo relativo para poder disponer de las herramientas con las que conocer y experimentar Quienes Realmente Somos. Y son quienes se crean en relación con todo lo demás.

Esta es la divina dicotomía. Este es el circulo perfecto. Así, no constituye una enseñanza tan radical afirmar: " Bienaventurados los que se centran en si mismos, porque ellos conocerán a Dios".
Puede que no sea un mal objetivo en tu vida conocer la parte más elevada de ti mismo y permanecer centrado en ella.

Tu primera relación, pues debe ser contigo mismo. Debes aprender primero a honrarte , cuidarte y amarte a ti mismo.

Debes verte primero a ti mismo como estimable para poder ver al otro como tal. Debes verte. Primero a ti mismo como bienaventurado para poder ver el otro como tal. Debes verte primero a Ti mismo como santo para poder reconocer la santidad en el otro.

Deja que te diga algo: céntrate ahora y siempre en ti mismo. Preocúpate de observar lo que tú eres, haces y tienes en un momento dado, y no cómo les va a los demás.

Y esta razón es por la que nunca se enamoran realmente, auténticamente , de otra persona. Porque nunca se han enamorado realmente, autenticamente de si mismos.


Sigo.........

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario!!

Elevando la consciencia (Prólogo)

     A lo largo de mi vida he sido una investigadora de fenómenos, causas, o lo que fuera o fuese no comprensible por las matemáticas o ...