jueves, 29 de noviembre de 2018

Regala abrazos y te sentirás mejor



Hace un par de años se puso de moda un movimiento que tenía como lema “Regala abrazos”. Una acción que puede parecer simple, pero se convierte en un acto que nos aporta muchos beneficios a nuestra salud física y mental

Recibir un abrazo supone no aislarnos de forma emocional y física de nuestro entorno y así queda demostrado científicamente. Es otra forma de comunicarnos con las personas que nos rodean y de hacernos sentirnos bien con nosotros mismos.

Abrazos para sobrevivir

La piel es el órgano más extenso de nuestro cuerpo y el más sensible. Se puede convertir en una barrera si no nos comunicamos a través de éste. No podemos olvidar, así mismo, que en la piel se encuentra nuestro sentido más desarrollado, el tacto, y es la encargada de recibir los estímulos del exterior.

Hay una leyenda que dice que necesitamos cuatro abrazos al día para sobrevivir, ocho para mantener nuestro equilibrio emocional y doce para recorrer el camino del crecimiento como persona. Esto no está comprobado en ningún estudio, pero nos podemos observar a nosotros mismos y las sensaciones que nos despierta un abrazo.

Beneficios de dar y recibir abrazos

-          Aumenta la sensación de bienestar.

-          Retrasa el envejecimiento.

-          Reduce el apetito.

-          Preserva la condición física de los músculos de los brazos y los hombros.

-          Cualquier lugar y momento son buenos para dar abrazos.

-          Es como una medicina natural que alivia problemas físicos y emocionales.

-          Sube la autoestima.

-          Nos proporciona seguridad y confianza.

-          Favorece la expresión emocional no verbal.

-          Rebaja el nivel de estrés y la angustia.

-          Nos ayuda comunicarnos con los demás, facilitando la comunicación afectiva y el sentimiento de empatía.

-          Mejora nuestro humor.

martes, 27 de noviembre de 2018

10 Increíbles Beneficios Psicológicos y Sociales de Sonreír



Dicen que el sexo mueve el mundo, pero una sonrisa quizás no se quede muy atrás.

Probablemente la más famosa sea la de la Mona Lisa. A mí personalmente me divierte más la sonrisa del Joker o la que esbozo cuando alguien repite el dicho de que se necesitan 62 músculos para enfadarse y 26 para sonreír, puesto que sólo tenemos 43 músculos faciales.

Los beneficios de sonreír
1. Sonreír para ser más feliz
Para empezar, sonreír tiene un efecto muy positivo sobre ti mismo. La propiocepción es un sistema de comunicación de doble sentido entre tu cerebro y tu cuerpo. La vía conocida es la que va del cerebro a tus músculos cuando algo te pone contento y tu cerebro le da la orden a tu cara de que sonría.

Sin embargo también existe la vía de comunicación contraria: si sonríes, incluso aunque no sea genuinamente, tu cerebro también recibe esa información de los músculos. Entiende que estás sonriendo y que por lo tanto hay algo que debe estar  poniéndote contento, así que para ser congruente su estado emocional empieza a cambiar hacia el optimismo. Comenzarás a sentirte más alegre.

2. Sonreír para provocar emociones positivas
Sonreír no sólo te alegra a ti, sino que también envía la señal a aquellos que te rodean de que eres una persona social, confiable y cercana. Y además es evolutivamente contagioso.

Te habrás dado cuenta de que cuando sonríes a alguien, incluso a un desconocido por la calle, es probable que te devuelva la sonrisa. En realidad la mitad de la gente devuelve la sonrisa a un extraño, tal y como se demostró en este estudio.

Aunque creas que eso ocurre por cortesía, realmente es por el efecto de las neuronas espejo y la reciprocidad. Cuando te devuelven la sonrisa, lo que consigues con esto es inducir un cambio positivo en el estado emocional de esa persona. Y eso es muy beneficioso porque inconscientemente asociará esa sensación con tu presencia.

3. Sonreír para que confíen en ti
Una sonrisa auténtica es una señal de que somos alguien en quien se puede confiar. Se ha comprobado en este estudio que cuando las personas cooperan tienden a mostrar más sonrisas genuinas, y eso a su vez hace que sean percibidas como más generosas y extrovertidas.

Pero sonreír también provoca que nos apetezca confiar más en la gente: en un estudio de 2001 se demostró que las personas eran un 10% más propensas a confiar en otra persona si ésta estaba sonriendo

Mientras que una sonrisa nos presenta como personas amistosas y sociales, las personas que no sonríen son percibidas como más amenazantes e incluso más poderosas, lo que puede resultar útil para ciertos individuos que quieren mantener la distancia y la imagen de un estatus superior.

4. Sonreír para que te perdonen
Resulta que también solemos tratar con más condescendencia a la gente que, tras cometer un error o hacer algo malo, sonríen.

En situaciones embarazosas también hay estudios que han demostrado que bajar la mirada con arrepentimiento y sonreír ligeramente estrecha los lazos sociales con los demás para que empaticen con nosotros, por lo que sirve para que nos perdonen más rápidamente.

Así que recuerda: cuando cometas algún error, intenta sonreír discretamente y quizás logres salirte con la tuya 😉

5. Sonreír para encontrar soluciones
Las personas bajo presión o en condiciones de estrés tienden a reducir su visión periférica y centrarse tan sólo en lo que tienen enfrente, el efecto llamado como visión túnel. Y no tan sólo ocurre a nivel visual, sino que a nivel resolutivo también dejamos de contemplar ideas más allá de las que tenemos delante de las narices.

Lo que ocurre es que a menudo, para solucionar algo necesitamos pensar de forma más abstracta y considerar también otras propuestas menos convencionales.

¿Encallado en algo? Acuérdate de sonreír mientras buscas la solución.

6. Sonreír para seducir
Seguramente las mujeres sean muy conscientes de esto, pero con datos empíricos sabe mejor.

Sin embargo esto no funciona al revés. Así como la sonrisa incrementa el atractivo de la mujer frente el hombre (y seguramente también reduce el miedo de éste a ser rechazado si se acerca) parece ser que la sonrisa del hombre no es tan atractiva. Este estudio evidenció que los hombres resultan más atractivos para ellas cuando se muestran orgullosos o incluso avergonzados en lugar de contentos.

Mientras que sonreír y expresar contento era la emoción más atractiva en las mujeres, ocurría todo lo contrarío en los hombres. Parece ser que sonreír menos resulta masculino y eso atrae al sexo femenino, pero yo en el caso de los hombres no dejaría de sonreír porque una ligera sonrisa que exprese orgullo o picardía también puede resultar muy atractiva.

A la vez, un reciente estudio que describo en el artículo sobre los errores más frecuentes en las relaciones sociales también demostró que cuando vemos una cara atractiva se nos activa una región del córtex orbitofrontal relacionada con la recompensa sensitiva. Pero esta investigación también descubrió que cuando la cara que está sonriendo, dicha zona todavía se activa de forma más potente.

7. Sonreír para mentir
Si las sonrisas verdaderas transmiten honestidad y confianza sería lógico presuponer que es difícil que alguien nos consiga engañar con una sonrisa falsa.

Sin embargo la realidad es que hasta un 80% de las personas son capaces de fingir el estrechamiento de los ojos que ocurre en las sonrisas Duchenne. Por lo tanto, a pesar de que no es sencillo fingir perfectamente una sonrisa verdadera porque también tiene unos tiempos determinados (tarda más tiempo en formarse que una real), sí que se puede usar para mentir y ocultar lo que realmente pensamos.

Si quieres usar el enorme poder de la sonrisa para engañar a alguien, recuerda que las sonrisas que toman forma más lentamente -medio segundo frente una décima de segundo en las falsa- son percibidas como más fiables y auténticas (fuente).

8. Sonreír para ganar dinero
En un estudio realizado en camareras evidenció que obtenían más propinas cuando sonreían a los clientes. Parece lógico dado que sonreír provoca emociones positivas en los demás y nos hace parecer más honestos y transparentes.

Sin embargo, en las profesiones en las que se exige sonreír de forma constante, como azafatas, animadoras y demás, ocurre un fenómeno conocido como trabajo emocional que puede llegar a agotar y causar burnout debido a que existe una contradicción constante entre las emociones reales y las que se muestran.

Si trabajas de cara al público y quieres ganar un dinero extra, sonríe un poco más. Pero no te excedas o quizás lo acabes pagando.

9. Sonreír para mejorar la salud
Algunos estudios científicos han probado que sonreír libera endorfinas, serotonina y otros analgésicos naturales que produce nuestro cuerpo. También se ha asociado la sonrisa a la reducción de los niveles de hormonas causantes del estrés (adrenalina, cortisol y dopamina) y la disminución de la presión arterial. Podría decirse que sonreír es un casi un fármaco natural.

Y no sólo ahí se limitan sus beneficios. Tan sólo por el mero hecho de ver a alguien sonriéndonos, un curioso estudio afirma que generamos niveles de estimulación sobre nuestro cerebro y corazón parecidos a los que recibiríamos si comiéramos 2.000 tabletas de chocolate o ganáramos 12.000 euros.

El nivel de placer depende de todas formas de quién nos sonría: es muy alto si se trata del rostro de un bebé o de un famoso, elevado si es un familiar o un amigo, y bastante más bajo si se trata de un político.

El estudio concluye que ver una sonrisa sincera puede crear en nosotros una sensación placentera superior a la de tener sexo, comer chocolate o ir de compras, en ese orden. Así que sonríe y empatiza con la gente que lo esté pasando mal: no sólo les apoyarás, sino que también les aliviarás el dolor.

10. Sonreír para vivir más
En una de las investigaciones más sorprendentes que he leído últimamente se estableció una correlación entre la sonrisa y la longevidad. En ella, se estudiaron las fotos de los jugadores de béisbol de la liga americana del año 52 y se observó como aquellos que aparecían sonriendo vivieron un promedio de 7 años más que aquellos que se retrataron con gesto serio.

Realmente dudo que la sonrisa fuera la causante directa de este incremento de la longevidad, pero seguramente se trata del reflejo externo de una actitud frente la vida que sí que puede tener impacto directo en la calidad de la misma.

Pero por si acaso, sonreír no está de más 🙂



domingo, 25 de noviembre de 2018

Las 5 etapas de una relación de pareja (según la Psicología)



No hay ninguna relación perfecta, ninguna puede parecerse a otra, todas las parejas tienen sus puntos altos y los más bajos. El secreto siempre está en la forma que tiene de resolver la vida en común y no rendirse nunca. En ese proceso, aún entre las diferencias que puedan existir conforme a la personalidad de cada uno y del trato que puedan tener, la psicología identifica 5 etapas por las que las relaciones pasan. Aunque se trate de mundos diversos, existen líneas transversales respecto al proceso de adaptación y de conexión que conduce a la consolidación o no. Te las describimos brevemente.

Son diversos los elementos que hacen diferentes a las parejas. El carácter y la forma de ser de cada uno, su actitud ante la vida y las relaciones basada en su experiencia. Todos traemos una mochila cargada de buenos y malos momentos que directa o indirectamente nos afecta en nuestro relacionamiento con los demás. Aun así, podemos contarte acerca de las 5 etapas de las relaciones que se dan en todas las parejas.

1. La familiarización

Se trata de dos personas que necesitan conocerse. Son desconocidas, saben poco la una de la otra y en esta etapa inicial buscan saber cómo es esa persona que ha despertado todas sus emociones. Es el paso posterior a la atracción física y se da lentamente. Generalmente se trata de identificar aquellas cosas en común que harán que la relación se vaya afianzando.

2. El desarrollo

Aquí la pareja ha superado el periodo del conocimiento y la búsqueda de los espacios comunes, ahora ingresa lentamente al espacio de la confianza mutua, intiman y van desarrollando poco a poco un alto nivel de confianza con la seguridad que sienten el uno hacia el otro. Esto hace que ambos sean cada vez más dependientes uno del otro.

3. Continuación

Aquí entra a tallar el compromiso serio. Ya se superaron los primeros pasos, todo está dicho y han conectado perfectamente, entonces sobreviene el compromiso. Son dos personas que han decidido compartirlo todo juntos, entonces se encuentran construyendo una vida. Aquí se toman las decisiones de llevar adelante un compromiso dentro de un tiempo prudencial, donde se encuentren compartiendo más que algunos momentos.

​4. El deterioro

No todo es color de rosas. Así como la vida se torna tan belladurante los primeros meses, pasado un tiempo y habiendo atravesado las etapas anteriores, comienzan los problemas. Ya sienten que están pisando sobre terreno seguro y que pueden reclamar aquello que molesta. Surgen los defectos que antes permanecían ocultos tras ese velo que genera el enamoramiento y la ilusión del primer momento.

Si ya conviven y tienen hijos, todo se torna complicado, sobre todo, si llegan al extremo  y la necesidad de la ruptura. Cuando al poner en la balanza lo dado y recibido el resultado no es recíproco, la situación se agrava.

También existe la posibilidad de que la monotonía de la convivencia se manifieste, cuando no se ha sabido mantener la llama de la pasión encendida y no se ha trabajado en la relación para no llegar a eso.

 No todas las parejas pasan de esta etapa, pues muchas trabajan por mantenerse en la etapa de la continuación, manejando los sentimientos de insatisfacción de manera inteligente.

5. La finalización

Se trata de un periodo en el que todo lo que sostenía a la pareja: el amor, la confianza, la seguridad, el respeto, se han perdido. Ya no tienen ese espacio común que un día construyeron, pues todo ha desaparecido. La química, simplemente ya no existe. Salvo la excepción de la desaparición física.

viernes, 23 de noviembre de 2018

Los 10 ‘ladrones’ de tu energía, según el Dalai Lama


Dalai Lama nos expresa que durante el transcurso de nuestros días existen condiciones y factores que pueden afectar nuestra energía, influyendo en la perdida de motivación para hacer las cosas y nuestros estados de ánimo. Este líder espiritual decidió conceder una denominación a los aspectos más relevantes definiéndolos como los diez “ladrones de la energía”, los cuales deben ser conocidos y evitados para alcanzar un estado mental de paz y prosperidad que requieres para lograr triunfos en la vida.

Te damos a conocer cuáles son los 10 ladrones de energía para que los reflexiones y logres superarlos para ser una persona exitosa en tu vida

1. Aléjate de las personas toxicas: reflexiona sobre las personas en tu entrono y logra determinar cuáles son las que aportan cosas positivas a tu vida y cuales solo disminuyen tus oportunidades y sueños. Aléjate de aquellos que logran desmotivarte y te retienen bajo críticas y malos comentarios. Es necesario que aprendas a desprenderte de las personas que solo están para las quejas, problemáticas y expresiones negativas. Rodéate de personas que logran aportar felicidad y motivación a tu vida y alimenten tus objetivos y buen humor.

2. Paga tus deudas a tiempo: mantener una rutina de cuentas saldadas a tiempo te traerá una gran sensación de paz y tranquilidad, procura siempre mantener todas tus cuentas al día evitando incrementar las preocupaciones e intereses, además es importante que aprendas a cobrar tus deudas a tiempo, lograr un equilibrio entre ambos es lo más importante.

3. Cumple tus promesas: Si logras prometer algo, a tu persona o alguien más, asegúrate de cumplir con lo acordado, si no logras cumplir con el cometido, reflexiona sobre el por qué no lograste lo acordado y discúlpate si aún estas a tiempo, aprende a ofrecer alternativas y aprende la importancia de decir “no”, siempre ten conciencia de tus posibilidades, tu realidad y tus límites para ofrecer cualquier promesa.

4. Delega: aprende sobre tus límites de conocimiento y distribuye las responsabilidades sobre las personas capacitadas, desarrolla la confianza en los demás, además planea, piensa y ejecuta actividades que disfrutes.

5. Descansa: aprende a llevar a cabo descansos entre tus actividades, esto te ayudara a tener una perspectiva fresca y mejores energías de hacer las cosas. Realizar esto de forma rutinaria te beneficiara convirtiéndote en una persona creativa y menos cansada, mejorando tu productividad personal.

6. Organiza: el desorden te sobrecarga de energías negativas, ordenar, recoger y colocar cada cosa en su sitio te otorga mejor visibilidad de las cosas y te ofrece un sentido de tranquilidad que te permitirá hacer mejor las cosas.

7. Cuida de tu salud: ejercítate, cuida de tu alimentación y duerme suficiente son las claves para mantener una vida plena y prospera.

8. Enfrenta las situaciones difíciles: evita prolongar las situaciones difíciles y confróntalas a su debido tiempo, así no generaras más estrés y complicaciones, esto te permitirá enfocarte en las cosas importantes.

9. Acepta: conoce tu realidad, las cosas que puedes alterar y las que no cambiaran, siempre recuerda que podemos reinventarnos las veces que sean necesarias y no debes perder el tiempo en luchar contra las cosas inalterables.

10. Perdona: se consiente, debes aprender a dejar ir las situaciones que te están generando emociones negativas y dolor, cambia tu aptitud ante las cosas del pasado y enfócate en trasformar los errores, así como los desaciertos para un mejor futuro.

martes, 20 de noviembre de 2018

Reglas de oro para ser una mujer feliz


Por más que tengamos un mal día o estemos pasando por algunos problemas, podemos controlarlo y todo depende de la forma en la que vemos las cosas y tratar de disfrutar un estilo de vida más alegre.

Ser felices y adoptar una actitud positiva frente a la vida, a pesar de todo lo que pueda ocurrirnos depende de nosotras.

La felicidad no está afuera ni al lado de otra persona: la felicidad está dentro de cada una, y todo depende del cristal con que lo mires.

Es por eso que debemos de disfrutar de las cosas buenas de la vida sin agobiarnos ni tratar de complacer a los demás.

La felicidad depende única y exclusivamente de nosotras y debemos tomar cartas en el asunto.

A continuación te nombramos algunas reglas de oro que no puedes dejar pasar para ser feliz.

1- Disfruta y vive el presente.

A veces nos enfocamos más en el pasado o en el futuro y nos olvidamos del presente, que es lo más precioso que tenemos.

La felicidad está aquí y ahora. Las mujeres felices viven conectadas con el presente y lo disfrutan creando momentos motivados por la alegría. Es una forma de demostrar que tienes el control sobre tu vida, lo que es un sinónimo de felicidad.

2- Sonríe siempre.
Evidentemente los problemas no desaparecen con una sonrisa, pero si puede hacer que te veas con más fuerza para encontrar soluciones nuevas.

Si mantienes una sonrisa en tu cara pese a las adversidades notarás como empiezas a tomarte las cosas mucho mejor.

3- Disfruta de lo que te gusta.
Dedícale tiempo a hacer lo que te gusta y verás como se vuelve más divertida tu rutina. Desde hacer actividades al aire libre, salir de compras, leer un libro, ir al salón de belleza, tomar clases de pintura o baile.

Actividades que puedas hacer sola y que las puedas disfrutar con pasión te hará sentir dichosa y plena y no reflejarás otra cosa más que felicidad.
Anuncios

Disfrutar de hobbies o actividades que nos enriquecen es fundamental para estar más alegres. Hacer algo productivo y que te distraiga te hará sentir mejor. Dedícale tiempo a arreglar tu jardín o plantas algunos minutos y disfruta mirar los colores y el perfume de las flores. Nada más relajante y placentero que ver las maravillas de la naturaleza.

4- Tener pensamientos positivos.
Aleja todo lo posible los pensamientos negativos, concéntrate en mantener una actitud positiva siempre. Identifica y selecciona tus pensamientos, evita los sentimientos de tristeza y de preocupaciones.

Piensa en las cosas buenas de la vida, la familia, los hijos hasta tu pequeña mascota que te alegra la vida con sus travesuras.

Los pensamientos negativos solo traen más negatividad y no aportan nada a tu vida. Tener esperanzas de que lo bueno vendrá te permitirá sentirte más liviana y feliz. Pensar en positivo es fundamental para la felicidad.

5- Mantenerse activa.
Para que no resulte aburrido, puedes realizar ejercicios que te diviertan o algún deporte de tu agrado. Dedica una parte del día a ejercitarte y cuidar tu cuerpo.

El ejercicio nos ayuda a sentirnos mejor con nosotras mismas, a no pensar en los problemas y a despejarnos.

Actividades como caminar por el parque y estar en contacto con la naturaleza es lo más confortante que existe. Inscribirse en clases de baile o aeróbicos. Son excelentes y diferentes maneras de mantenernos en actividad.

6- Arriésgate sin miedos.
“El que no arriesga no gana”, es un dicho muy popular. Creer en ti misma, pon la máxima energía en tus ideas para que estas tengan éxito y te animes a llevarlas a cabo.

Piensa en positivo siempre y has lo que te parezca sin temor a que salga mal, errar es de humanos y siempre hay otras oportunidades para recuperar lo perdido. No permitas que el miedo te paralice.

Dedícate a hacer lo que más te gusta y te haga feliz esa es la clave para ser exitosa en la vida.

7- Reconocer tus logros.
Ser capaz de reconocer nuestros logros es una excelente manera de vivir más feliz. Reconocer lo que has logrado y que te has superado será una motivación para un estilo de vida plena.

Tendemos a ser muy exigentes con nosotras mismas en todos los aspectos de nuestra vida. Los logros son como un golpe de oxigeno que nos ayuda a crecer como personas y ser felices.

8- No busques la aprobación de los demás.
No te traiciones a ti misma siendo lo que los demás esperan que seas. Rompe el molde y no trates de cambiar tu esencia solo para agradarlos.

Las personas siempre están tratando de imponerte situaciones que quizás no son los que tú quieres, como: “ya estás en edad de casarte, ya debes ser madre, no trabajes en eso, no te divorcies por que no está bien visto por los demás”.

Pero si tú tienes otra visión de eso, toma el camino que creas correcto y no lo que los demás te impongan.

Muéstrate egoísta en ese sentido y vela por tu felicidad, quienes en verdad te quieran estarán contigo y te ayudaran a ser feliz.

9- Encuentra tiempo para ti misma.
Saber pasar un tiempo a solas es fundamental para aceptarse a una misma y para llevar una vida feliz.
Encuentra un tiempo para dedicarte a ti misma como ir a un spa, tomar un baño con burbujas, disfrutar de un día en la playa, beber una bebida exótica, ir al cine. Esto es esencial para sentirte relajada y te permitirá disfrutar y ser feliz por tu cuenta sin depender de nadie, haciendo lo que te gusta.

domingo, 18 de noviembre de 2018

La fundamental importancia de aprender a cerrar ciclos


Esta información abarca en todo ámbito, todo tipo de ciclo ya sea familiar, de pareja, de amistad incluso de trabajo, cualquier tipo de ciclo que ya debemos cerrar porque no nos hace bien pero que es necesario hacerlo. Sabemos que puede llegar a ser muy doloroso todo el proceso, pero es mucho más doloroso no dejar ir a aquello que no debe estar en nuestra vida ya sea por distintas razones, debemos sacarlo de raíz. Debemos querernos y aceptar que es lo mejor para nosotros. No insistir y dejar que ese tren siga su destino sin detenerlo. Esa es la razón de la vida. A continuación te explicaremos más a fondo algunas razones por las cuales es beneficioso cerrar ciclos.


1. Evitas sufrir por sentimientos perdidos: Cuando termina esa relación donde habíamos encajado perfectamente es doloroso tener que aceptar que ya no se puede continuar insistiendo ahí, es mejor que quede como un buen recuerdo, sino se desencadenaran un sinfín de problemas por los mismos sentimientos que se ven involucrados, peleas, discusiones, tal vez todo sin sentido, pero sin embargo bastará para que salgan lastimados y más adelante lo lamentarán el triple.

2. Confianza y Lealtad desvanecidas: No se puede seguir teniendo la misma confianza, la misma conexión, nada de eso porque es una estrategia para mantener a esa persona en tu vida por siempre ya que comparten cosas entre ambos y eso les crea un tipo de complicidad que para cerrar ciclos ya no se debe tener, no debe existir este tipo de complicidad. No debe existir nada más que buenos recuerdos. Es mejor que le guardes tu lealtad a alguien que de verdad la merezca y no la estés desperdiciando con personas equivocadas. Agregándole que puedes evitar todo tipo de rumores innecesarios.

3. Evitas ser la única persona que se esfuerza: Si esta persona te hace sentir de alguna manera un poco desacredita a convivir con ella, no es el camino correcto y lo sabes. Nadie tiene el derecho de hacerte sentir menos que nadie. Así que si alguna persona no aprecia tu compañía, tu tiempo, tu presencia simplemente no necesitas estar en su vida y mucho menos esa persona en tu vida, no hay nada que hacer ahí. Si nos vamos al lado más literario, hablemos de cada persona se cruza en tu vida es por una razón, algo que alguno de los dos debe aprender, si una relación sea el ámbito que sea se complica mucho es porque ahí no hay que estar, ni siquiera asomarse pues todo lo que generará será daños.

4. Nuevos comienzos: Esta puede ser una parte que genere un poco de miedo al principio pero todo será para bien, ya lo verás, solo tienes que darte la oportunidad de ser la mejor versión de ti ahora, de superarte, de seguir adelante sin voltear hacia atrás porque por esta razón estas cerrando esos ciclos que deben dejar de existir, de ser fantasma, eso se tiene que acabar definitivo. Si te sirve de consejo haz una lista o un plan de vida a corto plazo para ir cumpliendo metas que te mantengan viva/o, ocupado, proyéctate.

5. Te conoces: Cada persona que se cruzó en tu camino a lo largo de tu vida es el porqué hoy en día eres como eres, cada persona añadió un granito de arena a lo que sueles ser, de ahí aprendiste, toda persona es enseñanza. Cuando pasas tanto tiempo conociendo personas o cerca de tantas personas sueles perderte un poco de tu esencia, así que estar sola te ayudará a reencontrarte o a conocer un lado de ti que jamás habías tenido la oportunidad de conocer por distintos motivos que puedas tener, simplemente no los tuviste y te olvidaste completamente de ti. Esta es una buena razón y oportunidad de conocerte, aprovéchala, revísate, ve bien que te gusta y que no te gusta, tienes todo el tiempo a tu disposición. Tal vez hasta te termines enamorando perdidamente de ti y jamás vuelvas a sufrir.

 6. Nuevos retos: Esto es perfecto para todo comienzo porque te propones a realizar cosas que te harán sentir bien al cumplirlas, ya al decidir cerrar los ciclos es un avance y un gran reto que debes cumplir a cabalidad. Ese sería tu primer gran reto, el resto te motivará a estar bien. Los retos te ayudan a ser mejor y a darte cuenta de que sí eres capaz de lograrlo.


7. Encuentras a alguien mejor: Al haber estado aferrado al pasado muchas puertas se te fueron cerrando, pero eso se acabó, decidiste cerrar ciclos y muchas puertas se te irán abriendo y conocerás a personas mucho mejores que las anteriores, solo debes darte la oportunidad y estar abierto a que suceda, no te cierres, cosas mejores están por venir, aprovéchalas y da lo mejor de ti.

Recuerda que si una persona debe estar en tu vida encontraran la manera de que funcione sino se irá alejando y llegará un momento en que no existirá y no entenderás que pasó pero la verdadera razón es que si se alejó no debe estar en tu vida.

jueves, 15 de noviembre de 2018

Sobran las palabras




Acumulamos palabras para decir lo que sentimos pero muchas veces no encontramos cupo suficiente para ello, no hay ninguna frase que nos haga sentirnos comprendidos por más que busquemos en el diccionario de nuestra mente. En ocasiones solo hace falta  encontrar esa foto que nos traslade a un sentimiento mejor, descubrir un poema que empatice con nuestra situación, una guitarra para disminuir la tensión, buscar una mano que nos acaricie el corazón o acortar distancias entre nuestro oído y la voz de un amigo.

Con razón decimos que en ocasiones “sobran las palabras”, que “con un gesto basta” y que “hay imágenes que valen más de mil palabras”. Muchas veces nos cuesta encontrar conceptos para ponerle nombre a lo que sentimos, nos supone un reto ordenarlos y crear una descripción que resulte cohesionada para el oído ajeno y acertada para el propio.

A veces es una canción, esa que suena de pronto en la radio y que alegra un mal día, esa a la que recurrimos como alimento básico y no perecedero de nuestra alma, esa letra que se guía de música y que se convierten en unas palabras prestadas que encajan en nuestra situación y definen lo que nos ocurre sin conocernos.

Otras veces es un abrazo que se recibe en el momento preciso, que aparece en el instante en que andabas ojeando en el diccionario, vocablos para expresar lo que sientes. Abrazos que son salvavidas en el mar de las emociones. Abrazos que definen a quien los da, que cohesionan las partes de quien lo recibe y llenan de significado el momento.

Puede ser el silencio el que nos de las respuestas. La ansiada explicación deja de interesar cuando te encuentras contigo mismo, cuando levantas tu piel y descubres del fuerte material del que estás hecho.

Otras veces es una sonrisa, un conversar sin prisas, una mirada que te da cuenta de que no eres invisible, un oído que se posa en tu pecho y comprende lo que te sucede solo con oír el compás que marca tu corazón.

En muchas ocasiones es esa persona que llega a ti en forma de regalo sin envolver, y que con su empatía, su mezcla de gestos, palabras e historias en común, te inspira y ayuda a reordenar el discurso de tus emociones. Y es que…

-Un te quiero se pronuncia con la boca pero se dice con el corazón-

Por más que nos empeñemos, las palabras no son suficientes, y más que protagonistas son complemento. Las palabras son necesarias, pero el grado de empatía, nuestro efecto en los demás, no depende de la facilidad de oratoria, sino de saber radiografiar para no quedarnos en la piel,  de ser capaz de abrazar con una mirada y de ser el resultado más protagonista que la acción.

Que un discurso tenga calidad no asegura su éxito. El éxito depende de la conexión entre tus palabras y el corazón oyente.

Las palabras son sólo el vehículo que transporta el mensaje (caricias, puñaladas o indiferencia) al corazón.
No te asustes si no encuentras ideas que definan lo que sientes, porque puede que la definición esté en un abrazo, en una canción o en un oído amigo.

No te desubiques a pesar de que no consigas elaborar un discurso que defina tu situación porque…

Las cosas que no son cosas se definen con el corazón

martes, 13 de noviembre de 2018

Nadie pierde por dar amor, pierde quien no sabe recibirlo


Nadie pierde por dar amor, porque ofrecerlo con sinceridad, con pasión y delicado afecto nos dignifica como personas. En cambio, quien no sabe recibirlo ni cuidar ese inmenso regalo es quien pierde de verdad. Por ello recuerda, nunca te arrepientas de haber amado y haber perdido, porque lo peor es no saber amar.

Afortunadamente la neurociencia va ofreciéndonos día tras día reveladoras informaciones que nos explican por qué actuamos como actuamos en esto del amor. Lo primero que conviene recordar es que el cerebro humano no está preparado para la pérdida, nos supera, nos inmoviliza y nos enclaustra durante un tiempo en el palacio del sufrimiento.

“El amor no tiene cura, pero es la cura de todos los males”

-Leonard Cohen-

Estamos programados genéticamente para conectar entre nosotros y para construir lazos emocionales con los que sentirnos seguros, con los que edificar un proyecto. Es así como hemos sobrevivido como especie, “conectando”, de ahí que una pérdida, una separación e incluso un simple malentendido haga que salte al instante la señal de alarma en nuestro cerebro.

Ahora bien, otro aspecto complejo sobre el tema de las relaciones afectivas es el modo en el que afrontamos dicha separación, dicha ruptura. Desde un punto neurológico cabe decir que empiezan a liberarse al instante las hormonas del estrés, conformando en muchos casos lo que se conoce como “el corazón roto“. Sin embargo, desde un punto emocional y psicológico, lo que sienten muchas personas es otro tipo de realidad.

No solo experimentan el dolor por la falta del ser amado. Sienten una pérdida de energía, de aliento vital. Es como si todo el amor dado, todas las esperanzas y afectos dedicados a esa persona se hubieran ido también, dejándolos vacíos, yermos, marchitos…

Entonces… ¿cómo volver a amar de nuevo si lo único que habita en nuestro interior es el polvo de un mal recuerdo? Es necesario que afrontemos estos momentos de otro modo. Te hablamos de ello a continuación.

Dar amor o evitar amar de nuevo
Todos nosotros somos un delicado y caótico compendio de historias pasadas, de emociones vividas, de amarguras soterradas y miedos camuflados. Cuando se inicia una nueva relación nadie lo hace enviando previamente todas sus experiencias pasadas a la papelera de reciclaje. Nadie empieza de “0”. Todo está ahí, y el modo en que hayamos gestionado nuestro pasado hará que vivamos un presente afectivo y emocional con mayor madurez, con mayor plenitud.

“Es mejor haber amado y perdido
que nunca haber amado en absoluto”

-Alfred Lord Tennyson-

Ahora bien, el hecho de haber vivido en piel propia una amarga traición o, sencillamente, percibir que el amor se ha apagado en el corazón de nuestra pareja cambia mucho el modo en que vemos las cosas. Dar amor con intensidad durante una época determinada, para después quedarnos vacíos y enclaustrados en la habitación de los recuerdos y las ilusiones perdidas, cambia muchas veces la arquitectura de nuestra personalidad.

No falta quien se vuelve desconfiado, e incluso quien desarrolla poco a poco la gélida y férrea coraza del aislamiento donde interiorizar el clásico mantra de “mejor no amar para no sufrir“. Sin embargo, es necesario derribar una idea básica en estos procesos de lenta “autodestrucción”.

Nunca debemos arrepentirnos de haber amado, de habernos arriesgado a un todo o nada por esa persona. Son esos actos los que nos dignifican, los que nos hacen ser humanos y maravillosos a la vez. Vivir es amar y amar es dar sentido a nuestras vidas a través de todas las cosas que hacemos: nuestro trabajo, nuestras aficiones, nuestras relaciones personales y afectivas…

Si renunciamos a amar o nos arrepentimos por haberlo ofrecido, renunciamos también a la parte más hermosa de nosotros mismos.

Según un estudio llevado a cabo en la University College London, existen ciertas diferencias entre hombres y mujeres a la hora de afrontar una ruptura afectiva. La respuesta emocional parece ser muy distinta. Las mujeres sienten mucho más el impacto de la separación, sin embargo es común que se repongan antes que los hombres.

Ellos, por su parte, suelen aparentar estar bien, se visten con la máscara de la fortaleza refugiándose en sus ocupaciones y responsabilidades. Sin embargo, no siempre logran superar esa ruptura o tardan años en hacerlo. ¿La razón? El sexo femenino suele disponer de mejores habilidades para gestionar su mundo emocional. Facilitar el desahogo, buscar apoyo y afrontar lo ocurrido desde una perspectiva donde se halla el perdón y la actitud de pasar página suele hacer las cosas más fáciles.

Sea como sea, y más allá de los géneros o del motivo que haya originado esa ruptura, quedan claras algunas cosas que es necesario inocular en nuestro corazón a modo de vacuna. Ningún fracaso emocional debe vetarnos nuestra oportunidad de ser felices de nuevo. Digamos “no” a ser esclavos del pasado y eternos cautivos del sufrimiento.

Otro aspecto que es bueno recordar es que amar no es sinónimo de sufrir. No alimentemos esperanzas o alarguemos el “chicle” de una relación que de antemano tiene fecha de caducidad. Una retirada a tiempo salva corazones y un adiós valiente cierra una puerta para abrir otra, esa donde el amor se conjuga siempre con la palabra FELICIDAD.

domingo, 11 de noviembre de 2018

Lo que tus hijos siempre recordarán de ti, cuando crezcan



Sin duda, criar un hijo no es tarea fácil, solo las personas que vivieron en carne propia esa experiencia pueden saber lo que implica la crianza de un niño.

Pero aun así, siempre se debe hacer el mejor esfuerzo por ellos, aunque no exista perfección, y los errores siempre esten presentes.

Lo cierto es que, las vivencias de esos niños marcarán su vida para siempre, tanto en las cosas positivas como en el aspecto negativo. Ser buenos padres, no se trata solo de llenar a los hijos con lujos y comodidades, también está de por medio el amor, la confianza y la comprensión más las enseñanzas inculcadas.

Estas son las sensaciones que los hijos recordarán de sus padres cuando crezcan.

1- El tiempo que les dedicaste.
Muchos padres trabajan sin descanso para darles lo mejor a sus hijos y eso es de admirar, pero no olvidemos que los niños necesitan la compañía de las personas a quienes más aman. El trabajo es necesario, así como las comodidades, pero no existe nada más importante el tiempo que les dediques a tus hijos.

2- Tu ejemplo como persona.
Son nuestros hijos e hijas quienes mañana serán los responsables de hacer un mundo mejor, según la educación y valores que hayan recibido desde pequeños.

Una vez que una persona se ha formado como adulto, es mucho más difícil que sus ideas cambien, aunque no es imposible.

Pero es por eso que es mejor criarlos dentro de acciones y buenas costumbres para que sean personas honestas y de buenos modales cuando crezcan recordando todo aquello que los padres les inculcaron.

Tus hijos te tomarán como modelo para sus propios roles en la sociedad, por lo que siempre recordarán lo que tú haces, no puedes pedirle que sean amables, si tu no lo eres. Los hijos cuando crezcan serán nuestros reflejo, se un buen espejo.

3- La protección que les brindaste.
Los niños son indefensos, inocentes e inexpertos en todos los ámbitos de la vida. La tarea de los padres es proteger la integridad de sus pequeños.

Todos esos cuidados quedarán grabados en sus recuerdos a fuego, más allá de los lujos y cosas materiales que les ofrezcan.

4- Las motivaciones.
Jamás dejes de recordarles a tus hijos que son “capaces “de lograr lo que sueñan si se esfuerzan por lograrlo, no les hagas pensar que hay cosas imposibles en la vida, pues dependen de ellos ver hasta dónde llegan sus capacidades.

En tus manos esta motivar a tus hijos y guiarlos para que se desarrollen y lleguen al éxito, que los hará recordarte con tu apoyo incondicional.

5- Cuando jugabas con ellos.
Muchos padres creen que es una pérdida de tiempo jugar con los hijos. Y como resultado se crían personas aburridas, con vergüenza, y no tienen idea de cómo divertirse.

El sentido del humor es muy importante en el crecimiento de los hijos. La mejor forma de hacer que tus hijos te recuerden es dándose esa libertad de divertirse y compartir cosas divertidas e imaginativas con ellos.

6- Tus palabras de afirmación y tus palabras de críticas.
Parte de nuestro trabajo como padres es corregir y disciplinar a los hijos, pero incluso en esas correcciones las palabras tienen que contener amor, aliento, y positivismo.

El corazón de un niño es como el cemento húmedo, y las marcas que se dejan a temprana edad se endurecen con el tiempo. Es por eso que se debe tener cuidado con las palabras en esos años de formación.

7- Las tradiciones Familiares.
A los niños les encanta la espontaneidad, pero también tienen profundas necesidades de previsibilidad. Ellos recuerdan con mucho cariño las “tradiciones” cosas por más insignificantes que parezcan las llevarán en sus memorias. Ver películas en familia todas las semanas, las reuniones de toda la familia en los eventos importantes, las vacaciones todos los años.

8- El tipo de relación que tienen sus padres.
Los hijos van formando sus puntos de vista del amor en gran parte al ver la relación de sus padres. Es por eso que se deben esforzar en tener una pareja o matrimonio en armonía, que los entusiasme a querer formar en un futuro un hogar lleno de amor como el de sus padres.

Una relación comprometida y amorosa les brindará seguridad y lo recordarán sus hijos.

9- El apoyo que les diste en momentos complicados.
Es muy importante sembrar la seguridad en los niños, en sus virtudes y capacidades, no porque sean pequeños quiere decir que no van a necesitar tus palabras de ánimo y consuelo, todo el tiempo.

Basta con que se les dé un reconocimiento cuando lo necesite, tampoco hay hacerles sentir excepcionales por cualquier razón.

10- Las demostraciones de amor.
Los niños necesitan escuchar que los amas, necesitan experimentar el afecto de muchas formas. Es posible que los hijos no recuerden los juguetes caros que les regalaron, pero no olvidarán esos abrazos que les daban.

Capaz no recuerden cada momento de demostración de amor, pero es más que seguro, de que habrá uno que quedará grabado en su mente. No olvides de decirle a tu hijo que lo amas, y abrázalo todo lo que puedas.

jueves, 8 de noviembre de 2018

Las 9 cosas que una pareja no debe hacer nunca.



En los inicios de una relación todo va rodado. Aún no existen obligaciones, te mueres por volver a ver de nuevo a esa persona, solo conoces su lado positivo –o, al menos, no tienes ningún interés en fijarte en lo malo– y sueles compartir únicamente los momentos de disfrute. Sin embargo, conforme avanza el tiempo llega ese inevitable punto en el que hay que dar un paso adelante y estabilizar la relación o, en cambio, dejar todo en el aire y que los momentos juntos se vayan diluyendo para acabar distanciándose el uno del otro.

En aquellos casos en los que se decida oficializar la relación es cuando comienza el verdadero desafío, puesto que es entonces donde se decide construir un proyecto en común y compartir algo más que los momentos de placer. El éxito o fracaso de las parejas puede depender, en cierta medida, de factores externos, pero el garante para que se mantenga a lo largo del tiempo reside en la actitud de los enamorados, no solo respecto al otro, sino también respecto a uno mismo y a los citados agentes externos. La historia de la media naranja perfecta con la que todo funcionará a las mil maravillas porque hay una compatibilidad plena no existe.

Obsesionarse con que cada uno haga el 50% solo generará conflictos y que se esté más pendiente de que lo que se hace o deja de hacer

Esto no quita que haya parejas en las que parezcan perfectos el uno para el otro. Quizá puedan tener más afinidad de lo habitual, pero lo cierto es que han sido capaces de llegar a acuerdos para conseguir que la relación fluya en de los buenos momentos y relativice los malos. Son estos pequeños actos los que les permiten vivir el día a día de manera más armoniosa. Algunos de estos consejos los recoge 'Prevention' en un interesante artículo.

Los niños no son lo único
No es raro que cuando nazcan los hijos, las parejas centren todos sus esfuerzos en ellos. Los más pequeños deben ser una parte importante de la familia, pero también hay que sacar tiempo para cuidar la relación de amor entre el uno y el otro. “La programación semanal no debe ceñirse solo a las clases, actividades extraescolares y los deportes de nuestros hijos” hay que mantener la llama de la pareja aunque ya haya niños de por medio.

No se obsesionan con repartir por igual
Si uno sale a tomar algo el viernes, no tiene por qué tocar al otro al día siguiente. Si uno lava los platos durante una semana, el otro no tiene por qué hacerlo durante los próximos días, etc. Obsesionarse con que cada uno haga el 50% solo generará conflictos y que se esté más pendiente de lo que se hace o deja de hacer. Lo importante es que cada uno dé lo mejor de sí. “No hay una escala para medir una relación feliz, las parejas deben querer lo mejor del uno para el otro”.

No se ignoran
En una relación de pareja suele presuponerse el afecto, pero también hay que demostrarlo. Pequeños detalles como darse los buenos días, besarse o acariciarse cuando uno esté, o no, decaído son básicos en el día a día. Por muy manido que esté el refrán de “el roce hace el cariño”, lo cierto es que encierra una gran verdad.

No buscan el mejor momento
Está claro que la carrera profesional y las obligaciones laborales disminuyen el tiempo para uno. Esta ausencia de tiempo hay que multiplicarla por dos a la hora de encontrar espacios en común en una pareja, más aún si hay niños de por medio. No siempre es sencillo encontrar un momento para dar rienda suelta a las pasiones, pero hay que ser conscientes de que la situación propicia hay que buscarla y provocarla, porque no siempre es sencillo que llegue por sí sola. Es básico que cada uno ponga de su parte, porque a lo mejor quedan meses hasta que se pueda hacer aquella deseada escapada a una casa rural perdida de la mano de Dios.

Nunca se burlan el uno del otro
Las bromas y el humor pueden ser un generador de buen rollo en las parejas, pero siempre y cuando estas no se conviertan en sarcasmo. La burla, además de no sentar bien al que es objeto de ella, suele enmascarar frustración o resentimiento. “Este comportamiento nunca termina bien”.

No critican a su pareja
Está claro que la crítica constructiva es una de las mejores vías para conocerse mutuamente y llegar a puntos en común, no tiene nada que ver una crítica con ser crítico con la pareja.

La burla, además de no sentar bien al que es objeto de la misma, suele enmascarar frustración o resentimiento del uno hacia el otro

Lo primero consiste en partir de un hecho particular para explicar una situación incómoda, lo segundo es una queja general, dañina y poco fundamentada. “No es lo mismo decirle a tu pareja que estás preocupado porque ha llegado tarde y no te ha llamado, que abroncarle por lo sucedido afirmando que no cree que sea olvidadizo, sino egoísta porque no piensa en ti”.

No comparan
“Marta ha regalado esta preciosa moto a Marcos, tú no me haces esos regalos”, quizá el ejemplo sea un tanto exagerado, pero la realidad es que no es raro el recurrir a la comparación para criticar el funcionamiento de una relación. El comparar no tiene por qué ser negativo, pero no debe abusarse de hacerlo respecto a agentes externos. Cada pareja tiene sus propias reglas y particularidades, por lo que es más inteligente compararse a uno mismo respecto a otro momento anterior y fijarse en cómo ha evolucionado la propia relación, en vez de la de otros.

No solo tienen cariño para los niños
Para un padre sus hijos son su tesoro más preciado y su cariño es tremendamente gratificante, pero al igual que todos los esfuerzos de una pareja no deben enfocarse a las actividades de sus hijos, tampoco se debe reservar todo el cariño a ellos. El amor paterno-filial nunca debe desplazar al de pareja.

No se estresan por las discusiones
Discutir no es algo apetecible, desde luego, pero no es raro que una pareja tenga sus más y sus menos. Un error común es el de dar más importancia a estos momentos de la que verdaderamente tienen. No hay pareja que pueda aguantar que cada choque se convierta en una crisis que pueda acabar con la relación. Si nos paramos a pensar, ¿cuántas disputas son realmente importantes? En un ambiente sano los roces deben verse como algo propio de la convivencia y, en ocasiones, no hace falta ni buscar solución. Es básico detectar los problemas reales y relativizar los pequeños desencuentros.

martes, 6 de noviembre de 2018

Consejos para calmar los celos de tu pareja


Los celos en la pareja son siempre una fuente de malestar y de sufrimiento tanto para la persona que los tiene como para el que padece las consecuencias, además de un motivo frecuente de ruptura. Pero “es imprescindible tener siempre presente que, si bien crean desavenencias importantes dentro del ámbito de la pareja, estos son tarea única del miembro que los siente”.

Es frecuente que la persona celosa culpe a su pareja de sus propios sentimientos, haciéndole creer que si cambiara su forma de actuar o de relacionarse con los demás, los celos no tendrían por qué tener lugar. Esto es completamente inadmisible -explica la psicóloga- además de totalmente disfuncional y poco reparador para el buen funcionamiento de la pareja. “Los sentimientos y emociones que tenemos son siempre única y exclusivamente nuestros y no dependen de lo que haga o deje de hacer el otro”

“El truco de los celos está en saber manejarlos a tu favor antes de que se descontrolen. Claro, que estamos hablando de los celos moderados que, aunque estén infundados, surgen al principio de la relación cuando aún se están conociendo. No hablamos de las relaciones codependientes y enfermizas en las que la pareja necesita terapia o separarse por pura salud mental”.

Los celos desafían la condición humana, desarrollando conductas inapropiadas y pensamientos irracionales.

 Necesitas educar a tu pareja para que confíe en ti. Si lo piensas, tu confianza en cada persona es diferente, cada una te ha dado motivos distintos para confiar en ella.
“Lo mismo pasará con tu pareja, necesita encontrar los motivos para confiar en ti, acostumbrarse a hacerlo y a reforzar esos motivos constantemente”.

Cabe aclarar, que no es tu responsabilidad ayudar a tu pareja a dejar de ser celoso. Sin embargo, hay que ser realistas y reconocer que por el bien de la relación, vale la pena darle un empujoncito siendo totalmente transparente.

Sé muy clara, trata de ser sincera y congruente. Recuerda hacerlo sentir amado, deseado y protegido, tanto como a ti te gustaría sentirte en la relación.

Tampoco vayas a convertirte en su mamá. Si nada de esto funciona, es momento de asistir a terapia.

Tips

1-Ten claro que tú NUNCA eres el/la culpable de sus celos. Lo primero que tienes que creerte para poder ayudar a tu pareja con su problema es que tú no tienes nada que ver en cómo vive tu forma ser y de relacionarte con tus amistades, exparejas, etc. Si tú dudas de ti mismo, esas dudas acabarán siendo también suyas. Haz siempre lo que tú consideres correcto según los “Terms & Conditions” que ambos hayáis fijado para vuestra relación y deja que sea el celoso quien se ocupe de sus sentimientos.
Anuncios

 2-Déjaselo claro. Una vez que tú seas totalmente consciente de que tu forma de estar en la pareja es sana y sincera, hazle saber a la persona que tienes al lado que sus celos son solo suyos puesto que es quien los siente y, por tanto, solo ella tiene el poder de cambiarlo. Insiste en que el responsable de las emociones es quien las siente.

3-No cambies. Dado que no eres tú quien provoca los celos de tu pareja, no hay ninguna necesidad de que cambies tu estilo de vida ni de que elimines de ella a personas que para ti son importantes. Quien te quiera y decida estar contigo debe aceptar que las personas que forman parte de tu vida también forman parte de ti y de tu esencia.

 4-Pon límites. Si tu novio/a es celoso, lo más probable es que intente mantener a raya este sentimiento desde el control. Debes saber que la pareja es una parte importante de la vida de las personas, pero no la única. Es importante que existan parcelas de privacidad que no quieras compartir con la otra persona y eso no significará que le estés ocultando nada ni que le estés haciendo daño, sino que tienes consciencia de que sigues siendo un individuo completo con una vida que va más allá de la parte que compartís. Esto te da derecho a tener privacidad en el teléfono y redes sociales y libertad de movimiento, por lo que no te veas obligado a tener que dar tus claves o a dar cuentas de todos tus pasos.

5-Déjale claro que le quieres. Formar parte de una pareja es una decisión que se toma libremente. Esto que parece tan obvio es algo que, quizá, tu pareja celosa no se haya planteado o le cueste asumir. Es importante que entienda que si has decidido tener la relación que tenéis es porque la quieres a ella y no a otra persona.

domingo, 4 de noviembre de 2018

¿Vives solo para agradar a los demás? Aprende a decir NO


Si pasas todo el día pensando en agradar y satisfacer a los demás, debes saber que te estás olvidando de algo: la primera persona a la que le debes atención a ti misma.

Si no lo haces, más tarde o más temprano lo pagarás caro.

Errores

Complacer permanentemente a los demás es una carga muy pesada: una sola persona puede tener varias exigencias y si se trata de más de una, debes sumarlas todas y hacer verdaderos juegos de equilibrio.

Al atender únicamente a los deseos de los demás, terminas siendo como un robot al servicio de los demás.

¿Por qué lo hacemos?

Normalmente pensamos que los demás son más inteligentes o más capaces que nosotros y que por ello, lo que digan debe estar bien.

En otras ocasiones, tenemos temor de no caerles bien, de herirlos o de enojarlos.

Finalmente, puede ser que tengamos un miedo muy grande a equivocarnos

En todos los casos, lo que prima es una desvalorización de lo que somos y lo que valemos.

¿Por qué los demás sabrían más de todo? ¿Por qué no pensar que somos capaces de tomar decisiones y hacer las cosas?

Y si te equivocas… ¿cuál es el problema? Somos humanos, todos nos equivocamos, pero lo importante es aprender de nuestros errores para la próxima oportunidad.

Además, si te equivocas haciendo lo que tú pensabas, es lógico que debas asumir el fallo, pero ¿qué ocurre si lo haces haciendo lo que otro te dijo que hagas? El error será igualmente tuyo, porque tú lo hiciste.

Por ello, siempre lo mejor es actuar de acuerdo a tu actuar y sentir. De esa forma, te harás cargo de lo que dices y haces, aprenderás y te perfeccionarás para la próxima vez que estés en una situación similar.

Eso sí: si las cosas salen bien y estabas haciendo lo que otro te dijo, el mérito lo tomará él.

Lo imposible

Definitivamente debes aprender algo sobre agradecer y satisfacer a los demás.

Algo que puede hacerte cambiar tu forma de encarar la relación con los otros.

Es algo muy simple y quizás ya lo sepas y es que resulta imposible agradar y satisfacer a los demás todo el tiempo, porque siempre faltará algo o una cosa no estará tan bien como debería estarlo.

Cuando una relación, sea familiar, afectiva o laboral, se basa en que una de las partes se limita a agradar y satisfacer los deseos de la otra, es algo poco saludable. En algún momento, se interrumpirá el flujo de satisfacción y aparecerán los problemas.

¿Y qué ocurre si, por algún motivo, no se puede satisfacer a la persona acostumbrada a recibir? Pues esta se ofenderá, se enojará o se sentirá defraudada.

Daño

Para la persona que siempre está acostumbrada a dar, la situación es difícil: sus propios deseos en general son ignorados y cuando no pueden satisfacer a los otros, se le echará en cara.

Además, se expone siempre a un gran desgaste emocional.
Se puede decir, en pocas palabras, que complacer a los demás puede hacernos mucho daño. Es algo que nos han inculcado desde pequeños, pero pocas veces nos han hablado de los límites que esto debe tener.

Cuando estamos “al servicio” de los demás, muchas veces callamos nuestros verdaderos deseos, hacemos lo que ellos quieren y vamos “tragando” pequeñas o grandes frustraciones, cosas que vamos dejando pasar. Mostramos a los demás una versión diferente de nosotros mismos, para amoldarnos a lo que ellos necesitan o desean.
En algún momento, estas frustraciones, postergaciones y decepciones son tantas que pueden llevar a un estallido emocional y a un punto de quiebre, en el que nos planteamos qué estuvimos haciendo hasta ahora y qué es lo que realmente queremos para nosotros. Incluso nuestra propia personalidad se ve comprometida y llegamos a dudar hasta de quiénes somos.

Qué hacer

Lo más importante, es que la primera persona por la que debes velar, eres tú misma y debes tener el número uno en tu lista de prioridades.

Para que el complacer a los demás no te haga daño, debes tener en cuenta los siguientes puntos:

1 Reconoce tus opciones: Si alguien te dice que hagas algo, tienes siempre la opción de aceptar, negarte o decir “tal vez”. No tienes la obligación de decir que sí, aunque eso sea lo que sientes. Si alguien te pide algo, tómate un momento y recuerda que tú eliges cómo responder.

2 Aprende a decir NO: Si siempre dices “sí” a todo, incluso cuando no quieres o cuando te causa estrés, empieza a decir “no”. Te puede resultar algo incómodo al principio y te llevará un poco de tiempo aprender a hacerlo, pero diles NO a las personas cuando no puedes hacer algo que ellas quieran. No tienes por qué inventar excusas o razones para salir de la situación, un simple “no” o “gracias” bastará.

3 Di NO en forma empática: quizás el no te resulte violento y así puede resultar, dependiendo de cómo se diga. Demuéstrale a esa persona que entiendes sus necesidades, pero sé firme al decir que no puedes ayudarla. Por ejemplo: “Sé que quieres tener ese celular, me encantaría regalarte uno, pero no me es posible hacerlo en este momento”.

4 Date tu tiempo: cuando alguien te pide algo no urgente y que puede demandar mucho trabajo o tiempo, puedes pedir un tiempo para responder. De acuerdo a tus posibilidades, podrás decir sí o no. En cambio, si esa persona necesita que le respondas “ya”, dile que no. Si le dices “sí”, estarás atrapado.

5 Establece tus prioridades, no dejes de lado lo que tú estimas más importante por complacer a otra persona.

6 Fija límites: “te ayudaré por este tiempo” o “haré esto por ti”. Siempre se debe ser específico con respecto a la manera en que se va a ayudar.

Lo más importante es que te tengas en cuenta a ti primero: valorarte y apreciarte es algo que nadie puede hacer por ti.

viernes, 2 de noviembre de 2018

Los hábitos que más energía nos roban



A menudo, como personas; solemos desarrollar una serie de costumbres y actitudes para ciertas situaciones que de forma paralela nos pueden agotar mentalmente de una manera pasiva.

 Los problemas subyacentes.

Esas preocupaciones latentes, que están allí, pero que no la tomas en cuenta de una manera activa; cosas como la estabilidad económica, la seguridad de tus niños, quizás problemas familiares, los estudios o tal vez el temor de lo que está por venir en tu día a día. Esto brinda un estado de estrés constante de la cual no estás plenamente consciente y te puede perjudicar física y mentalmente.

La presión social.

¿Has sentido la necesidad de adaptarte a alguna situación de la que no estabas del todo cómodo para poder simpatizar con tus iguales? Esa inseguridad de no encajar con tu grupo de amigos o con la sociedad puede agotarte mental y psicológicamente; debes tener en cuenta el amor propio y el orgullo.

¿Dedicas largas horas de tu día al trabajo?

Trabajar por largos periodos de tiempo, no solo puede agotarte físicamente, si no mentalmente; esto puede provocar que tu rendimiento en el trabajo sea mermado por el desgaste constante. Procura asegurar el tener un tiempo para ti mismo, descansar y relajarte.

Pero recuerda, el procrastinar tampoco es la solución.

Procrastinar por si alguien no lo sabe, significa el dejar las responsabilidades para después en pos de dedicar tu tiempo en otras tareas que nos son fútiles para el desarrollo personal o profesional. Jamás dejes tus responsabilidades de cualquier índole para último momento; ya que seguramente el constante recordatorio subconsciente de estas solo aumentara el estrés y las preocupaciones. La clave está en la organización del tiempo.

Y hablando de organización…

Una de las causas que pueden generar estrés puede ser el desorden, si eres una persona no muy ordenada, podrías generarte preocupaciones a largo plazo, por lo que lo que es altamente aconsejable generar costumbres organizacionales, por ejemplo jamás dejar que se acumulen los platos sucios, acomodar siempre la cama y similares. Esto también es acompañado a un buen orden horario; ya que como anteriormente mencione, la mejor manera de llevar una vida saludable es la organización de tu tiempo, pero por supuesto, no es necesario seguir todo esto al pie de la letra, basta con que cumplas tus responsabilidades importantes.

Pocas horas de sueño.

Así como la falta de organización, las escasas horas de sueño pueden provocar lo que es obvio, una falta de rendimiento en tu día a día, fatiga física y por supuesto agotamiento mental constante. Como es comúnmente recomendable, lo mejor es dormir entre ocho y nueve horas de sueño y por supuesto, evitar en lo posible el trasnocho; ya que esto podría provocar una modificación a tu reloj interno y complicar tus periodos de sueños.

La ansiedad.

Se sabe científicamente que un poco de ansiedad (adaptativa) en la vida es saludable, ya que te permite confrontar y manejar mejor las exigencias de las tareas dirías del día, ya que es un mecanismo natural del cuerpo hecho para poder mantener un estado de alerta frente a situaciones de peligro pero este estado o sentimiento puede salirse de control de forma progresiva si decides tomar demasiados deberes a la vez o dejar que se acumulen las responsabilidades; por lo que obviamente deja de ser saludable y puede pasar a un estado patológico degastando progresivamente tu estado mental. Por lo que es recomendable tomar las cosas con calma si te das cuenta que estas sintiendo mucha ansiedad o tensión. Sal a caminar, estírate o toma algo que ayude a relajarte.

Elevando la consciencia (Prólogo)

     A lo largo de mi vida he sido una investigadora de fenómenos, causas, o lo que fuera o fuese no comprensible por las matemáticas o ...