martes, 31 de julio de 2018

8 cosas que deberíamos aprender del amor verdadero para encontrar la pareja de tu vida


Desde que somos pequeños estamos rodeados de mucha información acerca de cómo deberían ser las relaciones amorosas; la cual es confusa la mayoría de las veces y no sabemos cuál es la realidad, hasta que crecemos y empezamos nuestras propias relaciones. Nuestros ejemplos son variados, desde los cuentos para niñas y las películas románticas, hasta las parejas que nos rodean. Para empezar, tenemos el ejemplo de nuestros padres, que muchas veces es caótico. Después conocemos parejas cercanas a nosotros, como nuestros tíos, vecinos, papás de nuestros amigos, etc. Cuando crecemos nos encontramos sin saber cómo es el amor, tenemos relaciones disfuncionales y pensamos que es necesario hacer drama para que el amor sea verdadero.

Cuando estamos en una relación, queremos saber si estamos ante el amor verdadero o si se trata de otro tipo de amor o simple amistad. Lo más importante es saber que, en el amor verdadero, ninguno de los dos depende del otro, cada uno tiene su espacio personal y su libertad propia. El amor verdadero es un amor que nada tiene que ver con las películas y novelas románticas, es un interés genuino por la felicidad del otro.

A continuación, exponemos las 8 cosas que todos deberíamos saber antes de querer formar una pareja con la primera persona que conozcamos, para no pasar la vida preguntándonos qué estamos haciendo mal:

1- El amor propio es la mejor forma de atraer el amor verdadero. La pareja es el mejor reflejo de lo que somos, por eso atraemos a nuestro lado a las personas con el mismo nivel de energía que nosotros. Quererte a ti mismo con tus defectos y virtudes, traerá a tu vida a alguien que se quiera y pueda demostrarte ese amor. Si tú no te quieres ni a ti mismo, por qué esperarías que alguien más lo haga.

2- El amor verdadero no se trata de encontrarse en el otro. Olvídate de la idea de que vas a encontrar a tu media naranja, porque esto significa que estás incompleto y necesitas de otro para ser una persona completa. Esto no es real y si lo crees, dejarás de ser tú mismo con tal de tener a alguien a tu lado.

3- El amor de tu vida eres tú. ¿Por qué quieres buscar en alguien más lo que ya tienes en ti? El amor verdadero no te lo dará nadie más que tú. Si crees que otra persona es el amor de tu vida, estás equivocado. La persona más importante en tu vida eres tú, tú tienes dentro de ti el amor que necesitas para ser feliz y tener una pareja se trata de compartir ese amor y hacerlo crecer.

4- El verdadero amor no necesita lucha. Si necesitas ‘luchar’ porque alguien te quiera, estás con la persona equivocada. El verdadero amor es genuino, no necesitas pelear por que aparezca, mucho menos porque permanezca contigo.

 5- El amor verdadero te permite ser tú mismo. Cuando estás con alguien que te ama de verdad, no tienes que pretender ser alguien que no eres. Si necesitas cambiar tu forma de ser, de vivir, de pensar, de vestirte, por tener pareja, no estás amando, estás dependiendo.

6- El amor verdadero no requiere de un gran esfuerzo. Si amas de verdad no necesitas controlar a tu pareja, criticarla, juzgarla, celarla ni tener con ella ningún comportamiento tóxico. El amor verdadero fluye de manera natural.

7- El amor verdadero dura. Cuando amas de verdad, los problemas no son impedimentos, sino baches en el camino que hay que brincar. Siempre tratarán de hallar la manera de resolver las dificultades, para seguir juntos y fortalecidos.

8- El amor verdadero es libre. Donde hay amor no hay esclavitud. El amor verdadero entiende la libertad personal como la primera característica para que funcione. El amor verdadero no exige ni se aferra a nadie.

El amor verdadero te ayudará a ser una mejor versión de ti mismo, te apoyará en todos los proyectos que emprendas, te dará iniciativa para seguir adelante, estará a tu lado en las buenas y en las malas, se alegra con tu felicidad y sufre con tu tristeza.

Existen muchos ingredientes que componen la receta del verdadero amor y es importante que los conozcamos para ser capaces de identificarlos en la persona de la que nos enamoramos. El principal elemento es la comunicación. Esta implica ser capaces de escuchar sin juzgar, tener confianza en el otro y ser confiable, tener la certeza de que, si tenemos algo que decir, nuestra opinión será valorada.

El segundo ingrediente es el apoyo y el reconocimiento a los logros de la otra persona, así como la aceptación mutua de cada uno con sus defectos y virtudes. En el amor verdadero no cabe el desprecio ni la ironía, sino la sinceridad y la complicidad.

El amor verdadero evitará tener actitudes groseras con la otra persona, no será irrespetuoso ni faltará a la confianza depositada en él. Debemos evitar convertirnos en personas manipuladoras, evitar los celos enfermizos, el dominio de uno sobre el otro y cualquier conducta que rompa el equilibrio necesario para que la relación funcione.

Es normal que la pasión que hay al inicio de la relación, va cambiando y a veces parece que va desapareciendo con el paso del tiempo, por eso es importante ser felices con su sola presencia y crear un proyecto de vida juntos, donde ambos crecerán y se convertirán en mejores personas cada día.


lunes, 30 de julio de 2018

6 Cosas que tu pareja podría estar necesitando de ti y no lo sabes



Nunca está todo dicho en esto del amor y las relaciones, así afirman los expertos, no hay verdad absoluta: cada pareja es un mundo aparte y por tal motivo ellos son únicamente los indicados para tomar las decisiones sobre su vínculo. Pero si partimos de la premisa de que tienes contigo al hombre de tu vida, no estaría mal que también te vuelques en la tarea de hacerlo sentir que tiene a su lado a la mujer de su vida.
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Aun así, con todo eso, debemos tener en cuenta, según los especialistas, que los problemas por lo que normalmente se disuelve una relación de pareja presentan casi siempre los mismos motivos: escasa comunicación entre ambos, incapacidad de afrontar las dificultades que se presentan, mal relacionamiento con los hijos, discusiones por la falta autoridad o diferentes ingresos económicos, no respetar la individualidad o profesionalidad del otro, la falta de compromiso, pasar poco tiempo juntos ya sea por trabajo o simplemente desinterés, monotonía o rutina en las actividades y, uno de los más comunes, la violencia física y verbal.

Tomando estos ejemplos como puntos de referencia, sería bueno que como pareja hicieras tu parte y así evites pasar por situaciones desagradables en el futuro, los psicólogos aseguran que para que un hombre valore como se debe a la mujer que tiene en casa él también necesita sentirse amado y estas pueden ser 6 formas de demostrarle amor:

PRÉSTALE ATENCIÓN, ESCÚCHALO
Escúchalos siempre, en cada cosa que tengan para decirte y hazlo con atención, no sólo nosotras necesitamos ser escuchadas, ellos también, incluso si es uno de esos temas que preferirías no tocar. La realidad es que no sólo sentirán que le prestas atención y que es importante para ti, sino que además de eso te dará una muy buena opción para informarte sobre esos temas que quizás desconocías, lo cuál te ayudará a ampliar tu horizonte con información que probablemente desconocías valiéndote de sus experiencias.

CONOCE QUIEN ES LA PERSONA QUE TIENES A TU LADO
Trátalo como un ser que existe de verdad, no como un simple ser de cuerpo presente. Obsérvalo, conversa con él sobre las cosas disfruta y aquellas cosas que no son de su agrado, y el motivo de ello, conócelo más cada día. Aprende más sobre sus pasatiempos y comparte esas cosas con él, demuéstrale tu interés por saber de la forma en la que vivió durante su niñez o por aquellas cosas que aprendió en su época de adolescente. Esta podría ser la mejor forma de demostrarle que realmente él te interesa como persona, aparte de estar conociendo mejor a la persona que te acompaña día a día.
CONVIERTE AL TACTO EN TU MEJOR ARMA
El contacto físico directo no sólo te ayuda a estar demostrar tu presencia en ese momento, sino que también es la apertura de un portal hacia una intimidad más poderosa, la cual no siempre tiene que ver con lo que sucede entre las sábanas, sino que más bien está relacionada con una intimidad más bien mental y afectiva. Abrázalo, dale la mano, acaricia su rostro, míralo a los ojos, entra en contacto piel a piel con él, siente su vibra y transmítele la tuya, con esos actos le darás seguridad y calma. Sentirá apoyo y mucha confianza. Sentirá que siempre puede encontrar un refugio en ti.

PRESTA ATENCIÓN A LOS DETALLES
Las cosas pequeñas también son muy pero muy importantes y los detalles son cruciales dentro de una relación. Tómate el trabajo de demostrar que le prestas atención, dale una agradable sorpresa cocinándole eso que hace semanas quería comer, puedes dejarle una nota tierna o atrevida en su mesa de luz para lo lea al despertar, mándale un mensaje de amor cuando menos lo espere. A veces parece tonto, pero no puede faltar en una relación, eso no significa que lo satures, pero cada cierto tiempo marca o recalca el por qué estas con él. Todos estos detalles le harán saber que lo quieres de verdad y que siempre lo tienes presente a pesar del tiempo y las actividades puedas tener.

EXPRESA VERBALMENTE TU AMOR
Esto no sólo cosas de mujeres, ellos también lo quieren y no sólo eso sino que realmente lo necesitan, de hecho, es algo que como seres humanos buscamos de forma natural. Sentirnos queridos o saber que nos quieren nos produce sensación de aceptación y eso es alentador y nos inspira a ser mejores personas. Podemos decir que las atenciones hablan por sí solas, y que él se dará cuenta que lo quieres porque lo cuidas y siempre estás pendiente de él, y tienes razón, eso es así, pero al igual que tú, él también necesita oírlo de tu propia boca. Así que exprésale abiertamente y sin miedo lo mucho que lo quieres, la forma en la que te hace sentir, cuánto te agrada, cuéntale lo especial que es para ti y lo que representa en tu vida.

APÓYALO SIEMPRE
Sin importar lo que sea que se proponga, acompáñalo siempre ya sea física o moralmente, demuéstrales que estarás ahí siempre, hazle que tendrá siempre a su lado cuando lo necesite y que serás tú la que tomarás su mano en las buenas y en las malas ya sea para acompañarlo o para levantarlo. No hay ninguna acción que transmita más ‘te amo’ que el hecho de saber que no importa lo que pase, no serás abandonado por la persona que está a tu lado.

viernes, 27 de julio de 2018

Esta es la manera de eliminar la necesidad de aprobación de los demás


Todos en mayor o menor medida necesitamos nuestra dosis de aprobación exterior, ya que somos seres sociales por naturaleza, pero hay una línea que separa lo normal que todos hemos sentido alguna vez, de lo patológico donde la persona tiene problemas personales por una excesiva necesidad de aprobación.
Como dijo Steve Jobs “no permitas que el ruido de las opiniones de los demás ahoguen tu voz interior”. Una frase sabia que es fácil de entender, pero difícil de llevar a la práctica porque todo ser humano desea agradar, ser halagado, y no es algo negativo siempre que no se caiga en el exceso y el bienestar personal no dependa de lo que otros opinen.

La necesidad de aprobación desde que nacemos
Para entender por qué algunos adultos tienen dependencia a ser aprobados, debemos remontarnos a la niñez. En las primeras etapas de la vida necesitamos la aprobación exterior, que de no ser recibida traerá problemas de autoestima en la edad adulta.

¿Cuándo se convierte en dependencia?

Podríamos hablar de dependencia cuando entregamos las riendas de nuestra vida a las opiniones de otros. Una cosa es desear la aprobación que sería algo normal, pero la línea que traspasa lo patológico estaría en necesitarlo para tener buenas emociones.
Reflexiona, ¿lo deseo o lo necesito? A continuación, explicamos 5 actitudes de alarma que podrían indicarnos que somos dependientes a la aprobación exterior:

Opinar diferente a alguien y no mostrar el desacuerdo, sino que intentamos ser amables para agradar y no enfadar a la persona que tiene una opinión opuesta a la nuestra.
Nuestras emociones varían por la opinión exterior. Si nos halagan y nos aprueban nos sentimos eufóricos y alegres, pero si nos critican y desaprueban nos sentimos tristes y poco valiosos.

No saber decir “no” y anteponer hacer favores a los demás antes que escuchar las necesidades propias.
Preocupación excesiva por tener buen aspecto. Una cosa es que nos guste arreglarnos y lo hagamos a menudo, el problema viene cuando se convierte en una necesidad y no nos pueden ver despeinadas, sin maquillaje o con un aspecto que consideremos que no es saludable. Las personas que no necesitan la aprobación de los demás no tienen problema en mostrarse sin arreglar y lo hacen con naturalidad.
Saber estar excesivo. Si ante la sociedad nos mostramos demasiado correctos y perdemos la naturalidad y espontaneidad, podría ser que en el fondo tuviéramos miedo a ser rechazados, por ello, intentamos pasar desapercibidos, para que no podamos recibir alguna crítica.

¿Cómo eliminar esa necesidad de aprobación patológica?
No podemos gustar a todos
Seas quien seas, tengas las virtudes que tengas, nunca gustarás a todo el mundo. Siempre habrá personas que nos critiquen y desaprueben y eso le pasará a todo ser humano de este planeta, por lo tanto, tener la necesidad de aprobación como dependencia es bastante irracional.

Nadie nos conoce como nosotros mismos
Otro pensamiento erróneo es el de creer que los demás están en la posesión de la verdad. Las personas con dependencia a la aprobación, creen más en las opiniones exteriores que en las suyas propias.

Nadie nos conoce tan bien como nosotros, y a menudo sucede que se forman opiniones equivocadas sin bases racionales, por ello nunca debemos darle tanto poder a lo que otros piensen de nosotros, porque se equivocan, y es uno mismo quien debe tener unos criterios estables de autoconcepto.

Toma tus propias decisiones
Cada vez que tengamos que tomar una decisión deberíamos hacernos esta pregunta, ¿en base a qué estamos tomando esta decisión, nos influye la opinión y deseos de otros?, ¿qué deseamos nosotros, dejando de lado la opinión social? Decide siempre según tu criterio, no según el de los demás.

No somos ni más ni menos que nadie
No somos menos valiosos ni más que otros. Todos somos iguales, no importan los éxitos conseguidos, ni las posesiones ni la seguridad en uno mismo, lo único importante es quien seas como persona, los valores humanos que te definen.

Las desaprobaciones no significan un rechazo
Habitualmente, cualquier crítica se toma como una crítica hacia nuestra persona, cuando en realidad a menudo es un rechazo hacia un gusto, forma de vida, opinión, etc… Por ejemplo, alguien podría desaprobar a otro por un gusto musical o por cuestiones políticas. Eso no significa que nos están rechazando como persona, sino que es un tema de no congeniar en gustos.

También a menudo la crítica de errores cometidos se toma como una desaprobación hacia la persona, cuando en realidad no tiene nada que ver, lo que ha sido rechazado era simplemente una manera de actuar errónea, pero ese error no define a una persona puesto que todo ser humano comete errores y gracias a ellos vamos evolucionando.
Suele tener más aprobación quien no la busca ni la necesita.

jueves, 26 de julio de 2018

Las 10 reglas de oro para VIVIR la VIDA


Estos son los cambios que obrarán maravillas en tu vida.

1- Muévete: vivimos en un momento del desarrollo humano en el que la norma es estar quietos: trabajamos en una silla, nos divertimos en un sillón. El sedentarismo hace mal a nuestro organismo y a su vez, nos priva de las endorfinas que liberamos cuando estamos en movimiento. Plantéate una rutina de ejercicios diarios, no tienes por qué gastar en un gimnasio o acudir a un personal trainer: una simple caminata ( mejor aún si es enérgica) de 30 minutos todos los días, hará maravillas en tu organismo y en tu estado de ánimo.

2- Cambia: haz pequeñas variaciones en tu rutina. Si vas en vehículo, prueba nuevas calles que nunca hayas visto. Sal 10 minutos antes, a la hora de almorzar camina unas cuadras cerca de tu trabajo. Cuando pidas un helado, prueba un nuevo sabor. Por una vez, come pizza un lunes y no el viernes y saborea un café frío o un té sin azúcar.

3- Explota tus sentidos: Siente las texturas de lo que te rodea y cada cierto tiempo, apaga todo en tu casa y escucha el silencio o en todo caso, el ambiente de tu barrio. A veces vivimos aturdidos por lo que ya sabemos y privamos a nuestros sentidos de experiencias nuevas, lo que lleva a una especie de “adormecimiento”.

4- No te limites a oír: ESCUCHA a quien tienes enfrente o la canción que disfrutas. A veces nos dejamos llevar por la cadencia de los sonidos, pero no apreciamos su sentido y lo que significan. Si escuchas a la otra persona, la entenderás y te acercarás a ella y eso de por sí es renovador.

5- No te des todos los gustos ni busques solo lo confortable: Come algo que no te guste tanto, haz ese trabajo que te disgusta, camina hasta que te sientas cansado: esas sensaciones te ayudan a sentirte mejor cuando todo va exactamente como tú quieres y disfrutas.

6- Ten confianza en los demás: Todos hemos pasado situaciones en las que alguien nos defraudó de alguna manera, pero eso no debe cerrarte a los demás. Ese momento en el que alguien te ayuda porque sí paga cualquier ocasión en la que hayas pasado un mal momento.

7- Ayuda a los demás en lo que puedas: interésate en las circunstancias que ellos pasan. A veces, la ayuda no implica “dar cosas”: una simple escucha y unas palabras de apoyo hacen mucho en ciertas situaciones.

8- Así como debes dar, también debes prepararte para recibir: En ocasiones nos sentimos tan seguros que no queremos nada de nadie, pero la ayuda y la visión de otras personas puede permitirnos apreciar las situaciones de manera diferente. Ábrete a los demás.

9- Aprende a compartir: no solo tus cosas, sino también tu tiempo. El “nosotros” llena mucho más que el “mío”.

10- Respeta y tolera: no creas en posesión de LA verdad, acepta que los demás pueden tener su visión de las cosas. NO hagas a los demás lo que no te gusta que te hagan a ti.

miércoles, 25 de julio de 2018

¿El hombre olvida más rápido?



El ideal de la “pareja eterna” se da en muy pocos casos y para llegar a ella, debemos transitar por una serie más o menos larga de experiencias que no llegan a buen puerto, cada una diferente a la anterior y con un grado mayor o menor de positividad o negatividad.

Poner el “punto final” a una relación no es nada sencillo y depende de la dinámica propia de cada pareja, de las situaciones que la rodean, de los sentimientos de cada uno, de la historia por la que transitaron antes.

El momento de terminar suele acompañarse del dolor, lágrimas y por qué no, una sensación de desánimo y hasta fracaso.

Entre mujeres y hombres suelen marcarse diferencias al transitar esta situación. Ellas, como en otros aspectos de la vida, aparecen más emocionales y más dispuestas a mostrar sus sentimientos. El proceso de duelo de la relación puede ser más largo, pero definitivo.


¿Y qué ocurre con los hombres?

Al terminar con una relación afectiva, se suele ver una diferencia en la percepción de cómo los hombres manejan ese proceso. La idea generalizada es que ellos olvidan más rápido.

¿Será esto verdad? Quizás analizando la situación podamos aclararla.

En primer lugar, debemos tener en cuenta que los hombres no muestra tan clara y francamente sus sentimientos. Por razones de educación y de cultura, ellos ocultan lo que sienten, especialmente si se trata de dolor o tristeza.

Otro aspecto muy importante a considerar es que el hombre es perfectamente capaz de sostener una relación por largo tiempo basado únicamente en los físico, es decir, estar con una mujer porque le atrae desde ese punto de vista, sin sentirse enamorado o sentimentalmente comprometido.

Los hombres, hablando de manera general, demuestran siempre que pueden olvidar rápido y “superar” a una mujer casi de inmediato, pero es importante considerar que la cultura machista les inculcó que pueden “conseguir” otras mujeres cuando quieran. Esta es una idea muy presente, que de alguna manera predetermina la manera de actuar del hombre ante una situación potencialmente conflictiva o dolorosa. Según esta concepción, el hombre está siempre “a la caza” de mujeres que tratan de seducirlo.

Las diferencias

Teniendo en cuenta estos aspectos, se pueden marcar interesantes diferencias entre él y ella al momento de encarar el fin de una pareja.
La mujer sufren mucho en el momento de la separación y vive sus consecuencias inmediatamente, demostrando sus sentimientos. Sufre ante la idea del amor perdido, los recuerdos y las emociones presentes. Incluso pueden verse afectadas físicamente en ese momento, enfrentar dificultades para conciliar el sueño, experimentar depresión, ira, etc, incidiendo también en su vida social y en su desempeño laboral. El proceso de duelo es más largo y caótico, pero definitivo cuando cierra ese ciclo y salen de la situación fortalecidas anímicamente.
En cambio, en el hombre todo esto parece desarrollarse más adelante, difiriendo el momento de asumir la situación. Parecen aceptar sin problemas el final, quizá haga un intento por reanudar la relación, pero en general no se dejan llevar por sus emociones. Normalmente “hacen lo que hace un hombre”, porque piensan más allá de los sentimientos: el estatus social, la estabilidad económica, la facilidad sexual, etc.
Dedicarán su atención a otras cosas y otras personas y es común que comiencen a “saltar” de relación en relación, sin pasar por un proceso de duelo completo. Piensan que si una relación terminó, no hay tiempo que perder ni “llorar por la leche derramada”: es momento de salir con alguien más. Eso no significa que hayan olvidado a su expareja: funciona como una forma de autodefensa de su propio ego porque a un hombre se le enseña que puede tener mujeres cuando él quiere. Muchos, en forma jocosa y quiźas intentando negar lo que sienten, recuerdan el viejo dicho: “un clavo saca a otro clavo”.
Esta situación, a la larga, no les es indiferente: con el tiempo, esas heridas emocionales que quedaron sin sanar pueden aflorar, afectando la vida y la relación que estén sosteniendo en ese momento, incidiendo en ellos y en la mujer que ocasionalmente esté con ellos en ese momento. Los viejos sentimientos afloran provocando diversas reacciones, de variada intensidad según los casos.

Al haber comenzado otra relación son haber puesto punto final emocional a la anterior, entendiendo y aceptando el dolor, las bases son endebles, poco firmes. Es como edificar una casa sobre arena y no sobre cimientos firmes y bien hechos: más tarde o más tempranos esa vivienda comenzará a tambalearse y eventualmente, caerá.

En ese momento, los sentimientos ocultos por tanto tiempo pueden aflorar con intensidad y manifestarse el sufrimiento diferido.

Por supuesto, todas estas son generalizaciones, pero se marca claramente una diferencia entre los sexos al encarar una ruptura: la mujer sufre en el momento y sale fortalecida más adelante, mientras que el hombre no muestra sus sentimientos y difiere el proceso de duelo.

Si atraviesas una situación de ruptura, enfrenta tus sentimientos y saca las conclusiones que te permitirán seguir más adelante. No niegues lo que sientes, eso te afectará emocionalmente más adelante.

martes, 24 de julio de 2018

QUÉ BONITA LA VIDA



Qué bonita la vida, cuando te dejas sorprender.
Cuando cierras los ojos y te concentras en ese preciso momento. No por miedo. Ni para protegerte. Ni para evitar ver lo que se avecina. Ni para huir de ti mismo. Los cierras. Y dejas todo lo demás fuera, bien lejos, a una distancia prudente. Para dejarte llevar. Para permitirte sentir hasta en la última célula de tu piel. Para exprimir cada segundo. Para que no haya nada que te robe ese instante. Para no perderte ningún detalle.

Qué bonita la vida, cuando te dejas querer.
Con todos tus pros, contras y peros que valgan. Con todos tus días, tanto los buenos como los no tan buenos. De principio a fin. Hasta en los momentos en que no te soportas ni a ti mismo. Hasta cuando tu ilusión se esfuma y te quieres perder con ella. Y, sin embargo, te dejas querer. Sin poner resistencias. Sin exigir nada a cambio. Sin imponer ni pedir. Siendo tú. No fingiendo ser ninguna otra persona.

Qué bonita la vida, cuando quieres con todo tu ser.
Cuando quieres, con todas las letras. Con todos los puntos y sus respectivas pausas. Con cada mayúscula y todos los signos de exclamación, sin excepciones. Cuando, simplemente, quieres. Sin darle importancia a lo que otros piensen, o digan, o pretendan hacer. Sin darle importancia a lo material. Cuando das lo mejor de ti, siempre, ante cualquiera. Ante todos.

Qué bonita la vida, cuando dejas que las cosas pasen.
Cuando sueltas amarras. Cuando dejas de preocuparte. Cuando pasas a la acción o dejas de poner barreras. Cuando disfrutas de lo fácil, lo sencillo, las pequeñas cosas. Cuando aceptas lo que viene y no esperas otra cosa. Cuando sabes apreciar todo lo que tienes, todo lo que eres. Y los aprecias de veras. Y te deleitas con ello. Y contigo.

Qué bonita la vida, cuando abres los brazos.
A todo lo que llega. A todo lo que parece que va a llegar. Llegue o no finalmente. A todo el que quiera estar. A tu lado. Contigo. De tu mano. O mirándote avanzar. A los que te regalan su cariño infinito, o hasta dónde saben dar. A los que te enseñan, sea o no la lección más dura de tu vida. A los que te hacen reír. Y hasta a los que te hacen llorar. Porque todos, de alguna manera, te aportan valor.

Qué bonita la vida, cuando eres feliz.
Y no hace falta que presumas de ello. Porque se te nota. Porque tu mirada, tu cuerpo, cada gesto, lo que dices y lo que no… Te delatan. Lo transmites. Lo contagias. Cuando lo eres de verdad, y no sólo pretendes serlo. O aparentarlo. Cuando tienes un “algo”, que cualquiera quiere para sí. Cuando sabes el por qué de tu felicidad,… y cuando no.

Qué bonita la vida, cuando estás en paz.
Cuando estás justo donde quieres estar. Ni más lejos ni más cerca. Cuando no deseas estar en ningún otro lugar. O queriendo estarlo, sabes que lo estarás. Cuando no deseas ninguna otra cosa, ninguna otra compañía, ninguna otra promesa. Cuando pisas el camino que soñabas. Y no quieres que se acabe.

Qué bonita la vida.

Cuando es tuya.

lunes, 23 de julio de 2018

Catorce hábitos para dormir bien.


No dormir bien o lo suficiente es un problema creciente para una gran cantidad de personas que genera otras dificultades como los ya muy conocidos dolores de cabeza; contracturas o molestias musculares en el cuelo, en las cervicales o en la espalda.


– Duerma solamente cuando se sienta cansado, no fuerce sus horas de sueño. Esto ayuda también a organizar la vida misma debido a que en la medida en que uno conozca sus horarios de descanso, podrá organizar mejor el tiempo restante.

– Hay que evitar leer, mirar televisión o preocuparse en la cama. Estos factores pueden hacer que el cuerpo y el cerebro asocien la cama con estas actividades, y no con dormir. – Así que lo recomendable es tener la cabeza lo más despejada posible para dormir de la mejor manera. También es verdad que muy probablemente usted no pueda solucionar esos problemas en ese momento, entonces mejor dejarlos para después.
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 – Hay que tener una rutina para acostarse. Hay que hacer lo mismo todas las noches antes de dormir. Por ejemplo: Tomarse una ducha caliente y luego hacer el esfuerzo de despejar la mente. De esta manera su mente conectará esta serie de actividades con dormir y le ayudará a tener sueño
– Use el dormitorio solo para dormir y tener actividad íntima.

– Si no puede dormir después de 15 minutos, vaya a otra habitación y regrese a su cama solamente cuando en verdad se sienta cansado. Esto puede repetir varias veces, tantas como sea necesario durante toda la noche. Esto es debido a que no hay que forzar al organismo, dormir no debe ser motivo de stress.

– Duerma y despiértese a la misma hora todos los días, aunque sea un fin de semana. Esto ayuda al cuerpo a desarrollar un cronograma de sueño y a usted también a planificar mejor cada día.

– Evite o limite las siestas, esto debido a que pueden perturbar el ritmo normal de descanso. Si en verdad necesita una, que solo dure 30 minutos, y no tome siestas después de las tres de la tarde

– Evite en todos los casos el consumo de la cafeína del café y de las gaseosas, también de la nicotina de los cigarrillos, en especial, durante las últimas horas del día.

– También es recomendable evitar comer gran cantidad de comida o beber mucha agua por la tarde o tarde noche.

– Es sumamente importante mantener una temperatura cómoda del dormitorio y que sea lo más oscuro posible. Por ejemplo el aire acondicionado no necesariamente tiene que estar en la temperatura más baja ni con la intensidad más fuerte, se puede lograr el comfort para dormir con temperaturas más razonables.

– El ambiente en el dormitorio debe ser el más tranquilo del mundo, además de oscuro. Si hay mucho ruido, ya sea en la casa o en el vecindario, usted puede encender un ventilador o el aire acondicionado para disimular el ruido. También puede usar unos tapones de algodón para los oídos. Si por cuestiones laborales, personales, etc debe dormir de día, coloque las persianas más oscuras que pueda en las ventana o usa una máscara para los ojos.

– Antes de dormir es sumamente aconsejable comer cosas livianas, pero tampoco debe comer demasiado inmediatamente antes de acostarse. Un vaso de leche tibia con un poco de queso y galletas puede ser todo lo que necesite antes de descansar.
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– No solamente para dormir bien, sino para la el bienestar propio, siempre es aconsejable dormir, pero al igual que con la comida. No haga ejercicio inmediatamente antes de dormir.

– Todas las noches, antes de dormir, hay que dedicar un tiempo a actividades relajantes. Por ejemplo, a muchas personas les relaja escribir sobre las cosas que les preocupan y que pueden hacer al respecto, también reflexiones sobre otros aspectos de la vida. Lo importante es que estas actividades “descarguen” su mente antes de acostarse.

viernes, 20 de julio de 2018

Lee esto cuando estés cansado de todo


Todos pensamos que estamos solos en nuestro agotamiento. Pero la verdad es que estamos cansados el uno del otro, cansados de los juegos que jugamos y las mentiras que contamos y las incertidumbres que nos presentamos. No queremos jugar al villano, pero tampoco queremos hacer el tonto. Entonces nuestras guardias suben. Nuestras defensas se irritan.
Sé lo imposible que se puede sentir seguir intentándolo y dándolo todo, cuando estás exhausto hasta el alma. Sé que los alegres ideales que alguna vez te prometieron ahora parecen cansados y sin esperanza. Pero esto es lo que pido si estás tan cerca de rendirte: dale una oportunidad más, con sentimiento. Sé que estás cansado de tus intentos. Pero la verdad sobre ese segundo viento de pasión es que nunca te darás cuenta de que lo tienes si no sigues corriendo por delante de la primera.
Sé lo que es sentirse cansado, y no solo en el sentido físico.
El mundo en el que vivimos es un lugar agotador. Es ingrato. Es infinitamente difícil y escasamente gratificante. Estás cansado simplemente porque vives en él. Estás cansado de amar demasiado, preocuparte demasiado, dar demasiado a un mundo que nunca te devuelve nada. Estás cansado de invertir en resultados indefinidos. Estás cansado de las incertidumbres.
Sé que no siempre has estado tan agotado y que hubo un momento en el que eras optimista y puro. Cuando tu optimismo superaba tu cinismo y tenías una cantidad infinita en ti para dar. Sé que has sido desmantelado y desgastado pieza por pieza: un corazón roto aquí y una promesa no guardada allí. Sé que el mundo no siempre ha sido amable en todos los juegos que has jugado y que has perdido más veces de las que has ganado. Sé que no te sientes inspirado para intentarlo de nuevo.
Porque la verdad es que todos estamos cansados. Todos y cada uno de nosotros. A cierta edad, todos somos nada más que un ejército de corazones rotos y almas doloridas, buscando desesperadamente la realización. Queremos más, pero estamos demasiado cansados para pedirlo. Estamos hartos de dónde estamos, pero estamos demasiado asustados para comenzar de nuevo. Necesitamos tomar riesgos, pero tenemos miedo de ver cómo todo se viene abajo a nuestro alrededor. Después de todo, no estamos seguros de cuántas veces podremos comenzar de nuevo.
Todos somos más resilientes de lo que pensamos, y esa es una verdad indiscutible. Siempre hay más amor que somos capaces de dar, más esperanza de que somos capaces de tener, más pasión que somos capaces de liberar e inundar al mundo. Simplemente no caminamos lo suficientemente lejos en nuestros propios caminos para llegar al punto en el que vemos que esas acciones rinden frutos. Queremos resultados inmediatos y cuando no vemos ninguno, nos damos por vencidos. Dejamos que el agotamiento nos detenga. Nos frustramos por la falta de retroalimentación y asumimos que eso significa que tenemos que tirar todo el intento por la ventana.
Porque hay algo que todos detestamos admitir: ninguno de nosotros se inspira todos los días. Todos nos agotamos. Todos nos desanimamos. Y podemos trabajar a través de esos sentimientos. El hecho de que estés abatido y cansado y harto de la vida que estás viviendo no significa que no estés haciendo un cambio. Todas las personas que has admirado alguna vez tuvieron momentos en los que se sintieron totalmente derrotados en la búsqueda de sus sueños. Pero eso no les impidió llegar a ellos. Te permiten tropezar lentamente hacia tus mayores transformaciones. No siempre tiene que ser un asunto ardiente y flagrante.


martes, 17 de julio de 2018

Karma: ¿Cómo comprender el alcance de nuestras acciones?


Todo lo que das vuelve a ti, así como todo lo que has sembrado deberás recogerlo más tarde o más temprano. La hora de la siega siempre llega, jamás se puede huir del momento indicado en que la vida nos entrega los frutos o nos hace recoger la cizaña, una por una. Como un juego en el que todo vale, esa desenfrenada apuesta puede volverse en nuestra contra. La vida suele ser un gran laberinto sin salida que conduce al mismo punto de partida, ese del que vienes huyendo, pues nadie escapa a ese destino del cual fue su propio arquitecto. Esto es lo que se conoce con el nombre de Karma.

Tendemos a perder la memoria cuando hacemos daño, casi como un ejercicio de negación hacia eso que nos molesta y que tratamos de esconder bajo la alfombra. La vida entonces, se encarga de hacernos saber donde estuvimos y lo que hicimos, las facturas nunca quedan debajo de la mesa y sentimos con más fuerza el retorno bumerang de lo que hicimos mal, que la moneda de cambio por lo que hicimos bien. Sucede que nuestra memoria selectiva no siempre nota el fruto de la buena cosecha, retiene mejor el golpe de las cuentas pendientes de pago.

¿Cómo definimos la palabra Karma?
Karma significa “hacer” Pues bien, en términos generales el Karma se trata de aquello que toma todo lo que tiene que ver con nuestras acciones físicas, mentales y también verbales. Dicho de otra manera, todo lo que hacemos, nuestras acciones, van quedando a nuestro alrededor, como un aura que llevamos acuestas. Lo preciso es que ello no vuelve sobre nosotros como hechos concretos, sino esa aura o energía que nos va rodeando, ya sea de origen positivo o negativo. Eso es lo que repercute en nosotros y que a la larga es lo que sentimos en mayor o en menor medida.

No sabemos lo que se siente, hasta que lo sufrimos en la propia carne. Sucede con todo en la vida. Cuando lastimamos a alguien, cuando no asumimos las responsabilidades de nuestros actos con entereza, cuando vivimos sin parámetros, sin límites, pretendemos alcanzar nuestro objetivo a como dé lugar, sin importarnos si destruimos por el camino, si humillamos o si herimos. Cuando vale todo para alcanzar nuestro propósito, después las consecuencias de nuestros actos vienen por si solas sobre nuestras cabezas. No importa el tiempo que pase, la vida regresa a ese punto de partida para cobramos todo lo que hicimos y solo allí, somos capaces de comprender el dolor que causamos.

En causa y efecto
Es por la ley de causa y efecto que entramos en materia de entender lo que nos pasa. Aprendemos del resultado de nuestras acciones, pues la causa de todos nuestros males es efecto de lo que hemos sido capaces de hacer. Todas las decisiones que tomamos en la vida tienen una inmediata consecuencia que puede ser positiva o negativa, según sea el caso. Si hemos decido algo a costa de otras vidas humanas, entonces el efecto de esa causa, no se hace esperar. Si, por ejemplo, para ascender en un puesto de trabajo, hemos pisoteado sin escrúpulos a terceros, si hemos mentido para perjudicarles, el día de mañana, cuando creamos que lo hemos logrado y que lo tenemos todo, aparecerá alguien que nos hará sufrir las consecuencias de eso que hicimos en el pasado. Todos alguna vez vivimos el anverso y el reverso de la misma historia.

No todo es negativo. También podemos halar del Karma positivo cuando hemos trabajado por lograr resultados favorables en algún proyecto colectivo, cuando damos todo por las personas que amamos, cuando ese pequeño grano de arena de lo que damos, es parte de la construcción de un mundo mejor, siempre el efecto que vendrá hacia nosotros algún día, será completamente positivo.

Dicen que, en este caso, lo notamos menos. Los seres humanos tenemos una percepción selectiva y tendemos a retener en la memoria solo aquello que nos ha causado dolor.

El Karma también construye
A través del Karma, somos quienes forjamos nuestro presente y futuro. El Karma nos permite moldearnos a lo largo de la vida. Somos como alfareros de nuestro propio destino. Nos construimos, nos fortalecemos. Pues todo lo que en este presente hemos sido capaces de escribir, en nuestro tiempo venidero será el resultado de lo vivido, de lo que estamos plasmando hoy. El hombre está hecho de sus propias circunstancias, elegimos quiénes queremos ser y cómo será el futuro que nos albergará más allá de las manecillas del reloj.

El Karma es, sin lugar a dudas, la siembra que recogemos, no hace falta esperar llegar al final del camino, todo lo que hacemos se nos cobra o se nos retribuye a lo largo de nuestra vida y en el momento menos pensado.

Todos los acontecimientos de nuestra vida parecen estar concatenados unos con otros. Todo tiene sentido si nos detenemos a pensar en las cosas que hicimos y en cómo nos encontramos hoy día. Todo parece tener un por qué y un para qué. Somos el resultado de nuestras acciones y llevamos la vida que decidimos llevar.

Como este poema de Amado Nervo, el Karma es como escogimos ser.

“Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;

porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;

que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas”.

lunes, 16 de julio de 2018

Estos son los motivos para que te quieras a ti misma, para luego amar a tu pareja



La relación más larga y amorosa es contigo misma.
Esta es una frase bien sencilla y muy potente. Además de tener la razón, ninguna persona va a ser más intensa, emocional, íntima y amorosa contigo que tú mismo. Esto tiene sus matices y aprender a amarse a una misma plenamente es todo un proceso, pero en resumidas cuentas, todas deberíamos emprender el camino del amor propio.

La única persona con la cual realmente vas a pasar por el resto de tu vida eres tú, así que no hay persona que dure tanto en tu vida y que te acompañe por siempre, de hecho literalmente hasta que la muerte los separe. Puede ser que tengas algún compañero de vida que te ame y que esté contigo, pero nunca asumas que va a morirse de amor por ti de la manera en que tú lo haces, no es sano depositar toda esa carga emocional en tu pareja.

Es por eso que es importante que puedas encontrar la manera de amarte incondicionalmente, de sostenerte en los momentos de dolor o duda y de poder ser feliz y sentirte conforme con la persona que eres.

Estos son los motivos por los que debes cultivar el amor propio
Para encontrar a la persona adecuada.
Si es que piensas que el amarse a una misma es sinónimo de ser egoísta, entonces significa que probablemente te falta información acerca de lo que representa el amarse a uno mismo.

Cuando hablamos de amarnos a nosotras mismas, nos referimos a respetarnos, comunicarnos, expresarnos y aceptarnos por sobre todo lo que nos toque vivir. El poder sentir esto te puede ampliar las posibilidades de que puedas encontrar a la persona adecuada, porque te sentirás a gusto en tu propia piel, plena y completa.

Para que encontremos a la persona adecuada, tenemos que reforzarnos en nuestro amor propio, y desde esa sensación de que merecemos lo mejor, entonces podemos expresarnos y elegir sabiamente a quién realmente sentimos merecer y no al primero que se nos cruce.

Darás verdadero amor a tu pareja.
Durante el tiempo en que estamos solteras, podemos trabajar en amarnos a nosotras mismas, ya que el dicho dice que no podemos dar amor, a menos de que lo sintamos primero. Es por eso que aconsejamos el amarse primero a uno misma y luego pensar en compartir este mismo amor con el otro.

Si es que tienes una autoestima alta, entonces podrás identificar con mayor claridad el tipo de historia mágica de amor que quieres y en la cual te puedas sentir a gusto. Por el contrario, si es que tienes una autoestima más baja, es probable que idolatres a cualquiera, incluyendo a tu pareja, entonces sufrirás las consecuencias de construir una relación de dependencia, en donde tú estés a la merced del otro.

Haces valer tus derechos.
Una de las consecuencias de amarnos más a nosotras mismas es que podemos tener más en cuenta nuestros derechos y nos sentimos fuertes y plenas a la hora de exigirlos.
El exigir lo que merecemos dentro de una relación de pareja es clave para que logremos poner límites que nos hagan sentido en conjunto con que nos acomoden. Esto es fundamental, si es que pretendemos pasarlo bien y disfrutar del vínculo.

Porque es genial.
Cuando uno se ama a sí mismo, todo lo que haga, sienta y diga es mejor. Uno se siente bien, se preocupa de verse bien y automáticamente, le caes mejor a las personas. Esa energía de amor propio es contagiosa, hace que los demás se puedan dar más amor a sí mismos y fortalece las relaciones.

Continuando con los efectos personales que podemos tener son el crecer más como personas, pero no desde el victimismo o la agresividad, sino que desde el amor, desde el saber lo que realmente valemos, independiente de que queramos mejorarlo con algún propósito.

Entonces reafirmando la idea con la que empezamos, el amor que sientes por ti es mucho más importante que el amor que le das a tu pareja. La idea es que te ames a ti primero y que desde ese amor, busques un complemento, a alguien con quien puedas compartir ese amor y también que sea un apoyo continuo en tu vida, es decir, que la relación con el otro te anime a desarrollarte más.

viernes, 13 de julio de 2018

Vacaciones en pareja: claves para que no se conviertan en un infierno


Llega el verano, el sol, los días largos, las noches agradables y todos estamos deseando que empiecen las vacaciones para poder disfrutar de tiempo libre, hacer lo que nos gusta y pasar tiempo con nuestros seres queridos. Si tenemos pareja, es muy probable que nos apetezca hacer planes con ella pero, lo que a priori puede sonar idílico, puede llegar a convertirse en un periodo muy desagradable donde los problemas de convivencia pueden multiplicarse y, en algunos casos, incluso hacer replantearse a los miembros de la pareja la decisión de continuar juntos. Para evitar al máximo que esto pase, hay algunos consejos que sería interesante tener en cuenta:

1. No idealicemos
Es cierto que las vacaciones son para descansar, desconectar, divertirnos…, pero igual que no todo es perfecto en el día a día, tampoco las cosas van a ser ideales durante las vacaciones. Toleremos que algo no salga como habíamos esperado, que las cosas no sean exactamente como nos gustaría que fueran, que el destino de vacaciones no sea todo lo estupendo que nos habíamos imaginado, que haya desacuerdos, discusiones, cosas que no nos gusten de nuestra pareja. Así nos decepcionaremos mucho menos y podremos disfrutar de lo bueno de un modo realista.

2. Dediquemos tiempo a algo más que a la pareja
Algunas personas pasan de casi no verse con su pareja a estar 24 horas juntos durante las vacaciones. Desengañémonos, por muy bien que nos llevemos, la convivencia es la convivencia y los roces llegarán. Además, afortunadamente en la vida hay muchas otras cosas más allá de la pareja: los amigos, la familia, el ocio personal, compatibilicémoslo y permitamos que el otro lo compatibilice sin sentirnos abandonados ni poco queridos por ello.

3. Busquemos tiempo a solas con nuestra pareja
A veces organizamos las vacaciones de tal modo que, además de estar con nuestra pareja, también estamos con otras personas: “nos vamos unos días a casa de mis padres, otros con mis suegros, luego con unos amigos…” pero, ¿y el tiempo a solas con nuestra pareja? No sólo la cantidad, también la calidad del tiempo que dedicamos a la relación es importante. Aunque estemos con familiares y amigos, podemos buscar ratos para estar a solas, hablar de nuestras cosas, decirnos lo que nos ha molestado, lo que queremos, tener un contacto físico más íntimo, etc. Puede que a nuestro entorno no siempre le parezca bien ni lo entienda, pero se trata de cuidar nuestra relación y por ello merece la pena que pongamos ciertos límites.

4. Negociemos

A menudo nos decepcionamos si el otro no quiere lo mismo que nosotros, si opina de un modo distinto, si le gustan cosas diferentes. Nos empeñamos en convencerles de que nuestra postura es la mejor y de “llevarles a nuestro terreno”, pero no nos damos cuenta de que, si lo conseguimos, probablemente a medio-largo plazo el otro sentirá que no le permitimos hacer las cosas que le gustan y eso nos acabará pasando factura. Entendamos que somos personas diferentes y tratemos de negociar, de buscar posturas intermedias que nos compensen a los dos. Eso sí, una vez que hayamos decidido esa opción a medio camino, no tiene ningún sentido quejarnos porque no es la alternativa que nosotros habríamos elegido, se trata de sacar la parte positiva para que la elección compense.

5. Pongámoselo fácil al otro
Entendamos que hay cosas que a nuestra pareja le cuestan: costumbres de nuestra familia, lugares a los que nos gusta ir, actividades que queremos hacer. Facilitemos que nos acompañe haciendo algunos cambios que le den un poco de oxígeno y que le hagan más fácil la estancia vacacional. Así, por ejemplo, podemos hablar con nuestra madre para que no insista en que coma más si sabemos que eso molesta a nuestra pareja, o podemos limitar el tiempo de playa si sabemos que el otro se cansa.

6. Relativicemos lo que no nos gusta y valoremos lo que nos agrada
Hay personas que hacen justo lo contrario, quitar valor a lo que hace el otro que nos gusta y centrarse en lo molesto. Así sólo conseguiremos estar incómodos y hacer que el otro también lo esté. La mayoría de las cosas que nos enfadan son cosas cotidianas, hechas sin mala intención y poco importantes; empeñémonos en quitarle importancia, si nos tomamos así algo menor y cotidiano, ¿qué haremos el día que de verdad suceda algo serio? Centrémonos, en el cambio, en prestar atención a lo positivo valorándolo y haciendo que nuestra pareja se sienta mejor, más a gusto, lo que aumentará la probabilidad de que vuelva a repetir su comportamiento en el futuro.





jueves, 12 de julio de 2018

Si no puedes dejar ir el pasado hazte estas preguntas


Soltar el pasado puede parecer una tarea desafiante, más cuando los viejos tiempos, albergan tantos recuerdos preciosos y personas que solían compartir contigo la vida. Sin embargo, debemos dejar ir el pasado si queremos vivir un futuro feliz y satisfactorio. Quedarse atrapado en el pasado, sólo nos trae el estancamiento y eventualmente a la depresión, ya que hay que admitir, aunque no queramos que no podemos obtener ya nada de él.

5 preguntas que debes hacerte si no puedes dejar ir el pasado

El pasado nos deja enseñanzas y lecciones valiosas, pero permanecer allí, aferrado a lo que ya fue, significaría poner nuestras vidas siempre en una pausa forzada, porque el tiempo no para, y eso no colabora nada con nosotros al final. Cuando te descubres a ti mismo recordando el pasado constantemente y deseando de alguna manera regresarlo, hazte estas cinco preguntas importantes a continuación.

1. ¿Estoy enfocado en el momento presente, o en el pasado?

Claramente, para evitar permanecer atrapados en el pasado, es necesario que cambiemos nuestra conciencia y percepción de los días pasados, tendemos a glorifarlo y a creer que todo tiempo pasado fue mejor, y no es así. En otras palabras, para dejar ir el pasado, debemos dirigir intencionalmente nuestra atención y foco al momento presente para que podamos asi disfrutar plenamente de la vida y todo lo maravilloso que esta puede ofrecer.

Vivir en el pasado sólo causará depresión (Irremediablemente) Tendrás primero una melancolía acerca de cómo las cosas solían ser, y el hecho de que ya no puede ser exactamente como lo recordabas.

No puedes obligarte a amar tu vida actual, pero puedes reconocer el valor del hoy y la posibilidad de la realización del mañana. O tal vez necesitas empezar a buscar un nuevo papel, trabajo o aventura, que te dará satisfacción a tus necesidades actuales, cambiar es siempre posible, aunque sea en cuestiones mínimas, cambiar es siempre una opción, traer el pasado de vuelta, NO.
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 Ten cuidado, no debes concluir contundentemente que estás fallando en tu nuevo esfuerzo porque no eres perfecto. Hacer una transición completa, requiere decisión y tiempo.

2. ¿Sigo sosteniendo las mismas creencias?

Por el simple hecho de vivir la vida, inevitablemente cambiaremos algunas de nuestras creencias de vez en cuando. Las nuevas experiencias nos obligan a cambiar nuestro pensamiento y cuestionar lo que pensábamos que una vez conocimos, es el simple hecho de crecer y madurar.

Mientras piensas en moverte del pasado, recuerda cuánto has crecido desde entonces, y cómo ves al mundo de diferente manera que antes, examina tus creencias.

En el pasado, viste las cosas desde un cierto punto de vista porque no tenías todas las experiencias que tienes hoy, entonces es normal que ahora tus creencias hayan variado, no creas que te has traicionado a ti mismo por haber cambiado alguna de tus creencias. Ahora que te examinaste, ¿quieres realmente volver a tu antiguo ser? Piensa en esto la próxima vez que parezca difícil dejar ir el pasado.

3. ¿Hay cosas pendientes que tengo que aprender de mi experiencia pasada?

Pregúntate por qué, tu mente sigue volviendo y volviendo al pasado. Si te encuentras viajando en el tiempo a menudo, es porque que tienes algún negocio pendiente allí. Pregúntate si has aprendido todas las lecciones que estaban destinadas para en el pasado, o si tienes más que descubrir de tus experiencias. Muchas veces, revisamos el pasado porque le queda algo que enseñarnos que tal vez no hayamos aprendido antes, usa tu intuición rescata las lecciones atrasadas y sal del pasado.

4. ¿He completado la lección?

Muchas personas viven en el pasado simplemente porque no han aprendido todo lo que pudieron de él. El pasado ofrece lecciones poderosas y fundamentales si nos sentimos listos para recibirlas. La vida continuará enviándote los mismos maestros hasta que hayas dominado finalmente la lección, así que tal vez no vivas en el pasado, pero tal vez sigas viendo las mismas situaciones en el presente repitiéndose porque aún no has terminado la lección.
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No hay nada malo en esto, pero sin necesitas hacerte esta pregunta la próxima vez que tengas problemas para dejar ir el pasado o se te presentes situaciones recurrentes, como por ejemplo que sea siempre conflictiva tu relación con tu mejor amiga etc. Te ayudará a comprender por qué no puedes seguir adelante en este momento

5. ¿De qué manera me sirve hoy el pasado?

¿Cómo te sientes acerca de tu pasado? ¿Sientes que te ayudó a lo largo de tu viaje, o te sientes dañado y desgastado por tus experiencias? ¿Es tu refugio? Todo en la vida es acerca de la percepción y la perspectiva, por lo que tal vez sólo necesitas cambiar tu pensamiento sobre el pasado con el fin de moverte de él.

Recuerda que todo final es el principio de algo nuevo y todo principio va a tener un nuevo final en el que nosotros podemos influir, entonces, por lo tanto, es de extrema importancia aprender a disfrutar de lo positivo y placentero que tenemos y a vivir y aprender de lo negativo, estando conscientes de que es pasajero y que nos ayuda a fortalecernos y desarrollarnos.

No obstante, independientemente de que sepamos el motivo o no, el insistir en seguir aferrados nos impide crecer, en el mejor de los casos y nos hace sufrir, en la mayor parte de las situaciones.
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 Fluir significa soltar, abrir nuestras manos y dejar ir, como la arena que se desliza entre nuestros dedos, al abrirlos, a su propio ritmo y finalmente, cuando soltamos, nos liberamos.

“Si una persona se aferra a su pasado, muere cada día un poco”.

miércoles, 11 de julio de 2018

La risa es la mejor medicina para la vida


La risa reduce la presión arterial. Las personas que se ríen de corazón y de manera regular tienen menos alta la presión arterial que un sujeto promedio. Cuando las personas ríen a carcajadas, inicialmente la presión arterial aumenta, pero luego disminuye a niveles por debajo de lo normal.
La risa disminuye las hormonas de estrés y aumenta la lucha contra la infección por anticuerpos. Aumenta nuestra atención, la frecuencia cardíaca y pulso. La risa protege el corazón. Reírse, acompañado de un activo sentido del humor, puede ayudar a protegernos contra un ataque al corazón.
Reírse es como una buena sesión de gimnasia para nuestros órganos. La risa puede convertirse en una formidable sesión de ejercicios para el diafragma, abdominales, vías respiratorias, cara, piernas, espalda y músculos.
Masajea los órganos abdominales, tonifica el funcionamiento intestinal y fortalece los músculos que sostienen los órganos abdominales. El humor mejora la función cerebral y alivia el estrés. La risa estimula ambos lados del cerebro, aumenta la serotonina y alivia la tensión muscular y estrés psicológico.
Sonríe por la salud mental
Un saludable sentido del humor está relacionado con ser capaz de reírse de uno mismo y de la vida. Reírse de sí mismo es una manera muy positiva de aceptación, de seguridad personal y de respeto de uno mismo.
La falta de un sentido del humor está directamente relacionado a la disminución de la autoestima. 
El humor nos ayuda a sustituir las emociones angustiosas por sentimientos agradables. Uno no puede sentirse enojado, deprimido, ansioso, culpable, o resentido y riéndose al mismo tiempo.

El humor cambia nuestro comportamiento, cuando nos reímos hablamos más, tenemos más contacto visual con los demás, mas contacto físico, entre otras reacciones.

Reírse por salud social

En nuestro trabajo o con nuestros amigos, en el matrimonio o en la familia todos necesitamos humor, los grupos se fortalecen con el humor. Esto, porque el humor nos une, ilumina nuestras cargas y nos ayuda a mantener las cosas en perspectiva.

Siempre resulta, incluso en los momentos más difíciles, una risa; simplemente, una sonrisa puede tener un gran poder beneficioso para la otra persona.

El humor aumenta y mejora las relaciones personales. La risa es la distancia más corta entre dos personas. La sonrisa mejora nuestro atractivo físico y el sentido del humor nuestro atractivo personal.
El humor une a las personas, sobre todo cuando nos reímos juntos. Las risas y sonrisas se disfrutan mejor cuando se comparte con los demás.
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No somos conscientes de lo importante que puede llegar a ser para nuestra salud. Reír de la vida, de las situaciones difíciles, de los problemas, las preocupaciones, los inconvenientes que aparecen en nuestro día a día sin que nadie los llame.

La risa es un medicamento natural que tenemos todos a mano, y encima como suelen decir, “es gratis”. Resulta contagiosa para quienes están cerca y no produce ningún efecto secundario.

Ten en cuenta…

Cada vez que nos enfadamos por algo, pensar en todo lo bueno que tenemos.
La mayoría de veces le damos demasiada importancia a las cosas de la que realmente tienen, y nos angustiamos sin necesidad.

Juntarse con gente positiva y que transmita simpatía.

Tomarse los problemas con calma y humor. No es nada fácil, pero intentar buscar soluciones a los inconvenientes que surjan con tranquilidad y buen humor.

Levantarse y acostarse con una sonrisa aunque no haya motivo para hacerlo.

Las experiencias estresantes en la vida cotidiana suprimen el sistema inmune. Y esto hace que aumente el riesgo de enfermedades infecciosas y del corazón.

Un buen sentido del humor evita que el estrés afecte al sistema inmunológico, que te protege de las enfermedades. Se considera que la risa y el humor ayudan positivamente al cerebro. Se procesan mejor las respuestas emocionales y mejora la experiencia del placer.
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 También ayuda a levantar el ánimo y las endorfinas regulan el dolor y el estrés e inducen euforia.

Al reír provocamos un estado eufórico parecido al que experimentamos escuchando música o bailando.

Cuando nos reímos
El cerebro además libera distintas sustancias entre ellas las endorfinas. Las endorfinas son sustancias que atenúan el dolor y por eso se piensa que a través de la endorfina liberada por la risa mejoramos nuestro tono vital y reducimos la depresión y las tristezas.

Existe el pensamiento fundado de que la risa y las carcajadas benefician la salud de las personas. La risa y la carcajada facilitan liberar del organismo energías negativas.

Esto se ha demostrado de forma científicas ya que en una zona del cerebro que se llama córtex se ha asociado la risa con la liberación de impulsos eléctricos en esta zona.

La risa se controla en el cerebro en una zona muy específica. Esa zona se localiza en la parte prefrontal de la corteza cerebral.

En esa zona existen también otras propiedades controladas por el cerebro como puede ser la creatividad. La risa puede utilizarse como forma de terapia ya que mejora la autoestima, reduce la timidez y también reduce la depresión.

martes, 10 de julio de 2018

Cosas que tu pareja podría estar necesitando de ti y no lo sabes


Nunca está todo dicho en esto del amor y las relaciones, así afirman los expertos, no hay verdad absoluta: cada pareja es un mundo aparte y por tal motivo ellos son únicamente los indicados para tomar las decisiones sobre su vínculo. Pero si partimos de la premisa de que tienes contigo al hombre de tu vida, no estaría mal que también te vuelques en la tarea de hacerlo sentir que tiene a su lado a la mujer de su vida.
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 Aun así, con todo eso, debemos tener en cuenta, según los especialistas, que los problemas por lo que normalmente se disuelve una relación de pareja presentan casi siempre los mismos motivos: escasa comunicación entre ambos, incapacidad de afrontar las dificultades que se presentan, mal relación con los hijos, discusiones por la falta autoridad o diferentes ingresos económicos, no respetar la individualidad o profesionalidad del otro, la falta de compromiso, pasar poco tiempo juntos ya sea por trabajo o simplemente desinterés, monotonía o rutina en las actividades y, uno de los más comunes, la violencia física y verbal.

PRÉSTALE ATENCIÓN, ESCÚCHALO
Escúchalos siempre, en cada cosa que tengan para decirte y hazlo con atención, no sólo nosotras necesitamos ser escuchadas, ellos también, incluso si es uno de esos temas que preferirías no tocar. La realidad es que no sólo sentirán que le prestas atención y que es importante para ti, sino que además de eso te dará una muy buena opción para informarte sobre esos temas que quizás desconocías, lo cuál te ayudará a ampliar tu horizonte con información que probablemente desconocías valiéndote de sus experiencias.

CONOCE QUIEN ES LA PERSONA QUE TIENES A TU LADO
Trátalo como un ser que existe de verdad, no como un simple ser de cuerpo presente. Obsérvalo, conversa con él sobre las cosas disfruta y aquellas cosas que no son de su agrado, y el motivo de ello, conócelo más cada día. Aprende más sobre sus pasatiempos y comparte esas cosas con él, demuéstrale tu interés por saber de la forma en la que vivió durante su niñez o por aquellas cosas que aprendió en su época de adolescente. Esta podría ser la mejor forma de demostrarle que realmente él te interesa como persona, aparte de estar conociendo mejor a la persona que te acompaña día a día.

lunes, 9 de julio de 2018

Por qué nos cuesta tanto hacer pausas reales en nuestro día a día


Hemos de admitirlo, para muchos de nosotros hacer una pausa es sinónimo de no hacer nada, y no hacer nada es poco más que un sacrilegio en medio de esta sociedad donde el tiempo es “oro”, es decir “dinero”. Reducir la velocidad, parar las manecillas del tiempo y optar por dedicarnos una hora para nosotros mismos no es un propósito fácil de cumplir. Así, algo tan simple como cerrar las puertas a lo que otros esperan de nosotros, para limitarnos solo a “ser y a estar”, no es una tarea a la que estemos acostumbrados.

Nos han convencido de que las pausas son un privilegio, no un derecho. Eso es lo que alguien nos dijo alguna vez y eso es también lo que seguimos trasmitiendo a las generaciones actuales. Lo vemos a diario, cuando nuestros pequeños llegan del colegio solo tenemos que hojear sus agendas: están llenas de tareas que cumplir. No obstante, antes de eso deben ir a sus clases extraescolares, a inglés, a música, a baloncesto, a las clases de apoyo para las mates y quizá, al psicopedagogo para tratar su dislexia o su hiperactividad.

Las pausas para jugar o simplemente para no hacer nada son ya un privilegio en el mundo infantil. Acceden a ellas solo si se portan bien, si cumplen con anterioridad sus tareas. Todo ello es razonable, queda claro, porque cada uno de nosotros tenemos nuestras obligaciones; sin embargo, no es difícil ver, al llegar a la edad adulta, como nos ocurre lo siguiente: somos incapaces de disfrutar de auténticas pausas…

Con lo cual nuestro consejo de hoy es que te tomes al menos media hora al día para ti, para conocerte, relajarte, conocer tu espiritu, poner en orden tus ideas, pero sobre todo para mimarte.. El tiempo es oro si pero tu eres más importante.

10 Claves para tener un Espiritu fuerte



1. Baila. Moverte con música animosa es una de las mejores formas para comenzar a despejar la depresión o apatía. Lo ideal es conseguir un grupo de danza y meterse a bailar, pero si esto no es posible puedes comenzar en tu casa. Bailar a solas estimula la confianza, el ánimo y, sobre todo, una actitud vigorosa.

 2. Enfócate en el resultado que deseas lograr. No saber hacia dónde vas te desgasta. La acción sin propósito y dirección es pérdida de energía. Todo comienza con tener clara la visión del resultado que deseas lograr. Las personas de éxito tienen un hábito en común: orientan su actuar en función de resultados.

 3. Practica yoga. Por medio de posturas, movimientos corporales y respiración adecuada, liberarás  tensiones o cargas en el cuerpo que pudieran estar obstruyendo tu vitalidad.

 4. Busca tu “yo puedo”. Siempre puedes. Es posible que no puedas hacer o lograr lo que quieres en el momento que lo estás deseando, pero siempre puedes hacer algo.

 5. Encuentra la fe en ti. La fe es quizá, junto a la pasión, una de las fuerzas más poderosas a las que el ser humano puede conectarse. Es un recurso interior que te permite ir más allá.

 6. Desahógate.  No todas las personas desean escuchar tus problemas, pero existen amigos y parientes que sí y ellos te pueden ofrecer una solución o, simplemente, brindarte la oportunidad de ser escuchado y liberarte de la carga que tienes.

 7. Respira. Una de las primeras respuestas fisiológicas que cambia cuando tus emociones  se transforman es la respiración. Por ejemplo, cuando comienzas a estresarte tu respirar se tensa y se hace cada vez menos profundo. Cuando necesites inyectarte energía instantánea, sólo respira; más oxígeno en tu organismo a través de una profunda respiración se traduce en una mayor generación de energía.

 8. Medita. Es una excelente manera de cuidar y potenciar tu energía. Existen muchos tipos de meditación, una manera de hacerlo es concentrándote en tu respiración como “ancla” para tu mente. Simplemente cierras tus ojos y colocas tu atención en el proceso y las sensaciones de ésta.

 9. Regresa a tu zona segura. cuando hay problemas es bueno alejarse un poco del ambiente tóxico de éste y regresar a tu zona segura: tu casa, oficina, el parque o  la playa. Hay problemas que necesitan más tiempo que otros, tomar distancia ayuda a darse un respiro y tomar energías de ese lugar que nos hace sentir bien.

10. Todo pasa. Nada dura para siempre y lo que ahorita es el fin del mundo para ti, en un par de meses será un recuerdo acumulado en tu experiencia de vida. Todo tiene solución, lo mejor es recordar que con fuerza de voluntad y experiencia puedes ser más fuerte y mejor.



10 Beneficios del Reiki


1. Reduce el estrés; genera equilibrio y bienestar de manera integral.

2. Armoniza, energiza, estabiliza, relaja (física, mental, emocional y espiritualmente)

3. Acelera la habilidad natural del cuerpo para auto-sanar (enfermedades, emociones y dolores)

4. Mejora el funcionamiento y el rendimiento fisiológico de células y órganos.

5. Aumenta la claridad mental y la concentración para estudiar y/o trabajar.

6. Mejora la autoestima.

7. Prepara mental y emocionalmente para los actos quirúrgicos (antes y después de las operaciones)

8. Es auxiliar en el tratamiento para disminuir las migrañas, depresión, dolores menstruales y estreñimiento.

9. Así como en trastornos alimentarios: bulimia y anorexia.

10. Se puede usar para sanar plantas y/o animales.


Aleja a la gente Tóxica de tu vida.


Hay que dejar de lamentarse
La mayoría de la gente que vive o ha vivido una relación tóxica, ha pasado por diferentes etapas y ninguna de ellas ha sido beneficiosa ni sana. Nos engañamos a nosotros mismos negando que esa persona tan especial pueda llegar a ser un vampiro emocional o una relación tóxica, más cuando se trata de alguien muy cercano. Prolongamos la agonía, nos echamos la culpa a nosotros mismos incluso cuando esa persona nos ha perdido el respeto, se aprovechan de nosotros y abusan de tu confianza.

Por eso, os aconsejo que, si habéis localizado algún tipo de relación tóxica en vuestras vidas, además de identificar esa relación insana, sepáis poner el freno y dejar las lamentaciones a otro lado. Quizá sea la época actual en la que vivimos en un contexto idóneo para que las personas tóxicas se propaguen. Hay que saber evitar este tipo de personas en la vida laboral, sentimental y familiar.

Aprende a valorar las relaciones sanas
Cuando vivimos una situación de este tipo, dejamos de valorar otras relaciones que tenemos que sí son sanas, las que nos aportan tranquilidad, confianza, apoyo y sobre todo alguien con quien poder pasar el tiempo, ya sea en horario de trabajo, tomar un café o salir a dar un paseo. Son esas personas en las que tenemos que depositar nuestra confianza, pues nos aportan grandes beneficios y nos hacen sentirnos mejor. Y es que alguien dijo alguna vez: Quédate con las personas que sumen, y deja atrás aquellas que resten.aplicaciones educativas para niños


5 Claves para desarrollar tu inteligencia emocional


1. Conoce de tus emociones. Es importante estar atentos a los estados de ánimo y a nuestras reacciones ante las situaciones cotidianas, buscando establecer las conexiones con los estímulos que las provocan. Hay que lograr una actitud neutra, sin juzgar o rechazar lo que se siente, eliminando de nuestra percepción los pensamientos negativos.

2. Controla tus emociones. Debemos tratar de controlar nuestros impulsos e inhibir los pensamientos negativos, libres de ansiedad, tristeza o irritabilidad exagerada. No se trata de reprimir los sentimientos, sino de lograr un equilibrio ya que cada sentimiento (miedo, rabia, tristeza, alegría, euforia…) tiene su función y utilidad.

3. Motívate a ti mismo. El optimismo es uno de los requisitos claves para alcanzar nuestras metas. Esta capacidad se pone de manifiesto en las dificultades, en el cansancio, en la frustración, en el fracaso, cuando las cosas negativas abundan, es aquí cuando el hecho de mantener una visión positiva puede significar el éxito o el abandono de la meta. El desarrollo del optimismo y la autoestima está relacionada con las pautas de crianza y educación, por ello es importante establecer mecanismos para reforzar la expectativa de éxito del individuo.

4. Saber reconocer las emociones ajenas. Es la capacidad que posee el individuo de captar los estados emocionales de los demás, es decir, la empatía. Es importante tener conciencia de nuestros propios estados emocionales y lograr percibir los elementos no verbales asociados con las emociones de los demás, logrando detectar qué necesitan o qué quieren. La empatía constituye una habilidad social fundamental. Se trata de ponerse en el lugar del otro, sintonizar con sus sentimientos y necesidades.

5. Control de las relaciones. Esta habilidad consiste en la capacidad de un individuo para relacionarse adecuadamente con las emociones de los otros. El requisito básico para llegar a controlar las emociones de los demás consiste en el desarrollo de dos habilidades: el autocontrol y la empatía. Estas actitudes sociales garantizan la eficacia en el trato a los demás y sin ellas estamos condenados al fracaso e ineptitud social. Al contrario, el desarrollo de estas aptitudes influye en la capacidad de inspirar, persuadir y profundizar en las relaciones con los demás.

viernes, 6 de julio de 2018

7 ingredientes de la felicidad


Los ingredientes de la felicidad no forman parte de una receta mágica, sino que son fruto del sentido común. Lo que llamamos felicidad no es un estado de euforia constante, sino una actitud armónica y equilibrada frente a la realidad, que nos trae paz interior y buena disposición ante la vida.

Todos queremos ser felices, pero no siempre sabemos definir qué es exactamente la felicidad. A veces creemos que todo depende de obtener algo: una relación, un bien material, un trabajo, etc. Pero la verdad es que los ingredientes de la felicidad están al alcance de todo el mundo porque crecen en nuestro interior.

“La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días”.

-Benjamin Franklin-

Así, la felicidad no se obtiene, ni se pierde, porque se trata de una actitud que se construye. Y para ello, lo importante es aprender a ver qué nos la proporciona. Estos son 7 ingredientes de la felicidad y todos tenemos acceso a ellos.

1. Perdonarnos: el primero de los ingredientes de la felicidad
Nos culpamos por nuestros errores y fracasos. También por ser de un modo determinado, o no ser de otra forma específica. Esa culpa, finalmente, no nos sirve para nada. Solo cumple el papel de convertirnos en seres infelices e inseguros.

El primero de los ingredientes de la felicidad es precisamente el de renunciar a la culpa. Aprender a ser el mejor amigo de nosotros mismos. Eso es imposible si no nos perdonamos y aceptamos que el error y la equivocación son un bien valioso. Constituyen la principal fuente de aprendizaje y crecimiento.

2. Explorar, experimentar lo nuevo
Es normal que tengamos la tendencia a construir modos de vida repetitivos, que nos eviten estar enfrentándonos a lo nuevo todo el tiempo. Esto nos ayuda a sentirnos estables y nos evita un enorme gasto de energía emocional.

El problema es que si eliminamos la novedad de nuestra vida, pronto nos sentiremos apagados y desmotivados. Además, terminamos estancándonos. Siempre debemos dejar un lugar para explorar, para enfrentarnos a lo nuevo. Ese es, sin duda, uno de los ingredientes de la felicidad.

3. Realizar actividad física y creativa
La actividad física es mucho más que una herramienta para mantener la buena salud. El impacto del ejercicio sobre la mente y sobre el estado de ánimo es un hecho. La felicidad también es un asunto de neuroquímicos y es importante ser conscientes de ello. El ejercicio periódico previene en gran medida los estados de ánimo negativos.

Algo similar ocurre con las actividades creativas y recreativas. El ser humano necesita darle un lugar a la expresión, a la imaginación, a la creatividad. Si nos privamos de esas dimensiones, difícilmente vamos a sentirnos felices.

4. Simplificar la vida
Otro de los principales ingredientes de la felicidad es aprender a simplificar la vida. Esto significa comprender qué es verdaderamente importante y qué no. Saber dedicarle tiempo a lo que vale la pena y evitar gastarlo en situaciones neuróticas.

Simplificar la vida es también aprender a encontrar soluciones eficaces. No llenarnos de problemas innecesarios. Despejar el camino de los pequeños obstáculos, para tener la vitalidad suficiente que nos exigen los grandes desafíos.

5. Aprender a moderar los impulsos
Uno de los ingredientes de la felicidad es la espontaneidad. Sin embargo, no hay que confundirla con dejarnos llevar por cualquier impulso que emerja de nosotros. El autocontrol exige esfuerzos, pero son muy dulces los frutos que cosecha.

Actualmente cualquiera tiene acceso a las técnicas de meditación. Son una maravillosa manera de aprender a gestionar nuestras emociones, de modo que estas no sean una fuerza invasiva. De seguro, somos más felices cuando nos volvemos más capaces de actuar con base en la razón y no en el impulso.

6. Descubrir y mantener amistades constructivas
La amistad es uno de los vínculos más bellos de la vida. Y lo es porque tiene mucho de gratuito y espontáneo. Las amistades genuinas nacen de la afinidad. Se entregan y se reciben por decisión propia. No hay compromisos y si se mantienen en el tiempo es por voluntad libre y personal.

Se ha repetido miles de veces que la amistad es un tesoro. Y se repite porque así es. Los amigos contribuyen a que nos reafirmemos, nos conozcamos, nos valoremos. Nos enseñan a escuchar y a ser solidarios. Son nuestra gran compañía en infinidad de momentos. Sin duda alguna, conforman uno de los ingredientes de la felicidad.

7. Ser buenos con nosotros mismos y agradecer
Ser buenos con nosotros mismos es aceptarnos, tolerar nuestras fallas, perdonarnos como ya se dijo. También implica cuidarnos, protegernos, no dejar de reconocernos los logros y animarnos en los malos momentos. Recordarnos constantemente que tenemos derecho a ser felices.

La gratitud es una maravillosa virtud porque termina generándo grandes beneficios a quien la experimenta. Solo puede ser agradecido quien valora lo bueno que hay en su vida. Y quien sabe valorar esto, es feliz. Al agradecerlo, esa felicidad aumenta.

Los ingredientes de la felicidad se construyen. No caen del cielo, ni se encuentran por casualidad en alguna esquina de la vida. Esto es una maravillosa verdad. Nos permite pensar que somos nosotros mismos, y nadie más, los dueños de nuestra dicha.

jueves, 5 de julio de 2018

GUíA ESPIRITUAL CON TAROT



La Energía Espiritual es como un río que fluye constantemente en nuestro interior, dándonos vida, calor, fuerza, amor e inteligencia para discernir. Este cauce de Energía Divina que nos inunda momento a momento, es eterno en el aquí y ahora, y nunca se detiene.
Sólo cuando la oscuridad externa nubla nuestra mente, se produce un bloqueo de nuestra energía vital y no sabemos cómo responder a las situaciones que se nos presentan. En ese caso el Espíritu puede guiarnos a través de los símbolos ocultos en los Arcanos del TAROT, para que se haga La Luz en nuestras vidas y recuperemos la Armonía.
Toda duda en el camino o actitud a tomar se debe a la interrupción de la comunicación con nuestro Espíritu Interior, que es todo Luz y siempre sabe cómo actuar. Esta interrupción la produce nuestra mente que normalmente se encuentra agitada por temores y miedos. Es entonces cuando un método alternativo de comunicación como el TAROT se torna muy útil.
La comunicación natural del Espíritu se produce por medio de la intuición, hablándonos a través del corazón. Es lo que llamamos corazonadas o presentimientos. Pero nuestra mente puede ser una gran barrera que bloquee esta comunicación, porque la mente siempre teme al cambio... y todo crecimiento se produce a través del cambio, así se perpetúa la evolución de la vida!.
Por medio del TAROT, el Espíritu puede darnos una explicación más profunda de por qué una cierta situación está aconteciendo en nuestra vida, cuál es la oportunidad de crecimiento y evolución en ella, y con qué actitud es mejor enfrentarla para una más perfecta y armoniosa resolución de los hechos.

Elevando la consciencia (Prólogo)

     A lo largo de mi vida he sido una investigadora de fenómenos, causas, o lo que fuera o fuese no comprensible por las matemáticas o ...